Los productos minerales (hierro, carbón, bauxita, fosfatos, sal, etc.), los cereales (trigo, maíz, avena, cebada, centeno, mijo) y otros como la soya, el azúcar, etc., son los principales graneles sólidos (secos) que se movilizan a través de este tipo de muelles especializados.
El mineral de hierro, por ejemplo, precisa muelles de cargue que dispongan de bandas trasnportadoras y vertederos con tasas de embarque de más de 6.000 TM/hora.
En los puertos de desembarque, los muelles de descargue están usualmente equipados con cucharones de 20 TM de capacidad, que operan a una tasa de desembarque de 2.000 TM/hora de capacidad de estos productos en el mineral de hierro en forma semilíquida llamado “lodo” (“slurry”), que se manipula a tasas muy altas a través de ductos.
Los llamados “terminales cereleros” cuentan con ciertos implementos e instalaciones especiales para el manipuleo de los distintos tipos de granos (trigo, cebada, centeno, avena, mijo, etc.) y leguminosas (soya, etc.), y para el cargue en los buques graneleros.
Los buques dedicados a este tipo de carga tienen una capacidad promedio de 25.000 TM, pero los de mayor tamaño alcanzan volúmenes por encima de 60.000 TM.
Los terminales cereales modernos tienen las siguientes características: El muelles, con capacidad para buques, cuyo tamaño guarda relación con aquél de los molinos sitiados en sus alrededores; y los elevadores de cangilón múltiples, alimentados por succionadores neumaticos que absorben los granos de las bodegas del buque.
La tasa de desembarque va desde 759 TM/hora las pequeñas, hasta 1.500 TM/hora las más grandes.
Los silos de almacenamiento, con capacidades que a veces sobrepasan las 150.000 TM, están provistos generalmente de equipos automáticos para pesar y despachar la carga hacia los trenes graneleros y otros vehículos que se encuentren en el puerto.