CONCILIACIÓN: CONTROL Y SEGUIMIENTO

No es más conciliadora la empresa en la que existen muchas medidas de conciliación, sino aquélla en que las medidas responden a las necesidades de las personas: es más conciliadora la empresa en la que hay pocas medidas muy utilizadas que la empresa en la que hay muchas medidas que no se utilizan. Por tanto, la empresa debe realizar un control y seguimiento de las medidas existentes, para saber cómo están funcionando y tomar medidas correctoras en caso necesario.

La empresa puede medir el buen o mal funcionamiento de las medidas de conciliación mediante su impacto en parámetros habitualmente utilizados en el área de recursos humanos (absentismo, rotación, clima, compromiso), controlando si éstos mejoran o empeoran.

Sin embargo, además es recomendable realizar un control y seguimiento directo de las medidas de conciliación a través de tres indicadores distintos:
• Midiendo el conocimiento que la plantilla tiene de las mismas, lo que nos dará en primer lugar una orientación sobre si estamos realizando la comunicación interna correctamente, pero además, en caso de que haya una baja utilización (ver párrafo siguiente) nos guiará sobre si la causa es que la gente no sabe que puede utilizar estas medidas.
• Midiendo la utilización de las medidas: es el indicador más claro: si la utilización es baja, claramente hay algún problema que tenemos que identificar; puede deberse a que la sensibilización sea baja, por lo que las personas no “se atreven” a utilizar las medidas, o que éstas no son conocidas (nos lo dirá el indicador anterior), o que las medidas no responden a las necesidades de las personas.
• Midiendo la satisfacción de las personas: aquí podemos orientar el indicador en dos direcciones:
o Satisfacción de las personas con el hecho de que en la empresa existan medidas de conciliación; o
o Satisfacción de las personas que han utilizado las medidas: si han podido hacerlo sin ningún impedimento, si realmente las medidas les han ayudado a alcanzar un equilibrio entre su vida laboral, familiar y personal.

Llevar a cabo un control y seguimiento de las medidas de conciliación y de su impacto en la empresa y las personas que la componen nos ayudará a realizar el ciclo de mejora continua: evaluamos lo que hemos puesto en marcha y actuamos en función del resultado, ya sea en la misma línea (porque los resultados son buenos) o en una línea distinta (porque los resultados no son los esperados).