LOS DEPÓSITOS DE AHORROS VERSUS DEPÓSITOS A PLAZOS EN LA COYUNTURA ACTUAL

Los depósitos de ahorros no están sujetos a un plazo determinado y pueden ser retirados en cualquier momento; en cambio, los depósitos a plazos se efectúan por un plazo determinado y no pueden ser retirados antes de lo establecido.

El sistema financiero peruano se ha fortalecido en los últimos años como consecuencia de la infraestructura apropiada que posee, el incremento de clientes (y por ende, una mayor captación de recursos), y la confianza que se ha generado en el sistema. Está constituido de un conjunto de mercados e instituciones, mediante los cuales se canalizan los recursos financieros, desde los agentes superavitarios – personas naturales, empresas o el gobierno que al disponer de excedentes de capital, busca invertirlos en las opciones que les retribuyan la mayor rentabilidad posible – hasta los deficitarios – también personas naturales, empresas o el propio gobierno, pero que en una determinada circunstancia, necesitan solvencia para llevar a cabo sus operaciones corrientes y desarrollar sus inversiones. Se rige por la Ley Nº 26702, la Ley General del Sistema Financiero y del Sistema de Seguros y Orgánica de la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS), publicada el 9 de diciembre de 1996, que tiene como primordial objetivo propender al funcionamiento de un sistema financiero competitivo, sólido y confiable, que contribuya al desarrollo nacional del país.

Las operaciones que se tranzan en el medio financiero se pueden esbozar como un mercado de intermediación, donde las entidades financieras recogen la riqueza de los agentes con excedentes de capital y los colocan entre los agentes que lo requieren. Una opción que tienen los agentes con exceso de dinero, para aumentar su capital, es abrir una cuenta bancaria y depositarlo en una de las diferentes modalidades que ofrece el sistema financiero. A este tipo de maniobras se le llama “operaciones pasivas”, por las cuales, se percibe una tasa de interés denominada “tasa pasiva”

Actualmente, los depósitos de ahorro y a plazo fijo constituyen una parte importante de las principales operaciones pasivas que se realizan en el conjunto de instituciones financieras (sin tomar en cuenta los depósitos a la vista o cuenta corriente y los depósitos por CTS).

Los Depósitos de Ahorro y los Depósitos a Plazo

Los depósitos de ahorro son definidos como aquellos depósitos que no están sujetos a un plazo determinado y que pueden ser retirados en cualquier momento. Se efectúan en una cuenta abierta de una empresa financiera, a nombre de la persona, natural o jurídica, que realiza dicha operación (ahorrista).

Este tipo de cuentas se efectúan en moneda nacional o extranjera (según la preferencia del depositante), y las tasas de interés son determinadas libremente por el sistema financiero. Además, las entidades financieras establecen: Los montos mínimos a retirar y abonar por parte de las personas, tales como cargos por mantenimiento de la cuenta de ahorros, montos máximos de retiro por cajero automático, comisiones y gastos. Los movimientos realizados se comunican al dueño de la cuenta. La Ley Nº 26702 establece que pueden recibir depósitos de ahorro los bancos, financieras, cajas rurales de ahorro y crédito así como también las cajas municipales de ahorro y crédito.

Los depósitos a plazo, en cambio, se conceptualizan como los depósitos que se efectúan entre las personas (natural o jurídica) y la entidad financiera por un plazo determinado (plazo fijo); dentro del cual el depositante no puede retirar la cantidad confiada a la empresa antes de transcurrido el tiempo señalado, sea en forma parcial o total; de lo contrario, pierde los intereses. El vencimiento del depósito es establecido por ambas partes.

La tasa de interés que se aplica en las operaciones pasivas es pactada previamente por los interesados y se determina libremente (son variadas y aplicadas a la renovación de los depósitos), y está en función al tiempo de permanencia del depósito en el organismo financiero. Según la Ley Nº 26702 y el D.S. Nº 157-90-EF, los bancos, las financieras, las cajas rurales de ahorro y de crédito son las únicas entidades autorizadas a recibirlas. En lo que sigue del artículo se analizará solo a los bancos.

Determinantes de la Tasa de Interés Pasiva

Para determinar las tasas pasivas de los depósitos en el sistema nacional, las financieras consideran una variedad de criterios. Entre los requisitos encontramos: La calidad del cliente, el monto y el plazo del depósito.

Por ejemplo, los bancos suelen pagar una tasa mayor a clientes conocidos, denominados preferenciales; asimismo, pagan más a medida que sube el monto depositado, como una forma de estimular el ahorro y debido al menor costo operativo de este recurso. También aplican una mayor tasa pasiva cuanto más extenso es el periodo del depósito, en razón de que esta circunstancia les permita mayor facilidad para invertir ese recurso y por ende obtener una mayor rentabilidad de él en el largo plazo que en el corto plazo. Algunos bancos permiten elegir la modalidad de pago de los intereses según acuerden ambas partes, en forma mensual o al vencimiento del plazo, en tanto que otros permiten la disponibilidad total de los intereses antes del vencimiento del plazo.

¿Cuáles son los requisitos que se piden a las personas (naturales o jurídicas) que desean participar en el sistema financiero mediante la colocación de sus depósitos?

Cada banco exige a sus clientes la presentación de documentos que considere los más adecuados. Sin embargo, en términos generales, a las personas naturales, se les requiere el original y copia del documento nacional de identidad (DNI) o el carnet de identidad (si son miembros de las fuerzas armadas o de la policía nacional), carnet de extranjería (si son extranjeros residentes) y fotocopia del recibo de luz, agua o teléfono. Tratándose de menores de edad, se exige partida de nacimiento, y algunos bancos solicitan que abran una cuenta mancomunada con una persona mayor en el caso de los depósitos a plazo. Por otro lado, el mínimo de apertura que requieren los bancos para abrir una cuenta de depósitos varía de acuerdo a cada institución financiera.

¿Cuál de los dos depósitos es atractivo en la coyuntura actual?

Diferencia en Tasas

Una discrepancia principal, además de las presentadas líneas arriba y que llama la atención entre ambos pasivos bancarios, es que las tasas de interés de los depósitos a plazo suelen ser mayor que el de los depósitos de ahorro. La disparidad se explica porque las personas que se adhieren a este “paquete” otorgan a la entidad financiera la seguridad de que el dinero permanecerá depositado durante un periodo de tiempo fijo, durante el cual podrá invertir este dinero en proyectos que generen rentabilidad; y por ende, retribuir al depositante una tasa pasiva más elevada.

Por ejemplo, en el caso de los bancos, la Tasa Efectiva Anual (TEA) en moneda nacional, para junio del 2009, se ubica en 2.29% y alcanza un máximo de 8.99% en los depósitos a 30 días con un máximo de un año respectivamente; en el caso de moneda extranjera, la tasa para ambos intervalos de tiempo fluctúa entre 0.10% y 6.48% (estas tasas son mayores que ofrecen una mayor o menor tasa a la fecha, anteriormente captaban a sus clientes con menores y mayores tasas respectivamente, lo cual los posicionaban como entidades intermedias. si analizamos las tasas que ofertan las cajas municipales y rurales).

¿Depósitos a Plazo o Depósito de Ahorro?

Si nos guiamos por las tasas de interés y la rentabilidad que generan ambos depósitos, sin pensarlo dos veces diríamos que los depósitos a plazo son una mejor opción. Pero hay dos cuestiones relevantes que se deben tener en cuenta: Las preferencias y el costo de oportunidad de las personas.

En concreto, se debe considerar las preferencias que tiene cada sujeto, tomando en cuenta las necesidades y el costo de oportunidad que se genere al tomar una determinada decisión. Como seres racionales tenemos preferencias en el corto, medio y largo plazo; y deseamos disponer de nuestro bien en cualquier momento del tiempo.

Por ejemplo, hay individuos que prefieren depositar su dinero en periodos cortos de tiempo, por lo cual el banco les da la opción de los depósitos de hasta 30 días o a 90 días. Otro grupo, sin embargo, puede aguardar un poco más de tiempo y ser compensados con una mayor rentabilidad; en este caso, se ofrecen depósitos a plazo que van de 90 a 180 días y de 181 a 360 días. Por último, una porción elige un periodo más largo de tiempo en las financieras, ya que obtienen un mayor retorno; esto se traduce en depósitos que van a más de 360 días.

Como se observa, este grupo de personas, inclinan sus preferencias por los depósitos a plazo y su costo de oportunidad de no llevarlo a cabo es mayor si destinan sus ingresos a los depósitos de ahorro o a otros proyectos de inversión. Además, las personas que definen sus preferencias por los depósitos de ahorro vislumbran que el costo de oportunidad de no hacerlo es mayor que el costo de oportunidad de destinarlo a los depósitos a plazo o una inversión.

Por lo tanto, para determinar cuál es la mejor opción, se debe tomar en cuenta, además de los intereses, las preferencias de los individuos, así como el costo de oportunidad que signifique tomar una decisión ante las opciones que se presenten.

BIBLIOGRAFIA
Informativo Caballero Bustamante. Revista de Asesoría Especializada.