Para que un plan de incentivos tenga éxito, los empleados deben creer en él. Esta creencia puede ser influida en parte por el grado de éxito que tenga la administración en introducir el plan y convencer a los empleados de sus beneficios. Animar a los empleados a participar en el desarrollo y administración del plan puede aumentar su disposición a aceptarlo.
Los empleados deben poder ver una clara conexión entre los pagos de incentivos que reciben y el desempeño de sus puestos. Esta conexión es más visible si existen estándares de calidad o cantidad, objetivos con los que puedan juzgar su desempeño. El compromiso de los empleados para cumplir con estos estándares también es primordial para el éxito de los planes de incentivos. Esto requiere confianza y comprensión mutua entre los empleados y sus supervisores,’ las cuales sólo se pueden lograr por medio de canales abiertos de comunicación recíproca. La administración nunca debe permitir que los planes de incentivos se consideren como un derecho, En lugar de eso, estos pagos se deben ver como una recompensa que debe ganarse con esfuerzo. Esta percepción se puede reforzar si el dinero de los incentivos se distribuye a los empleados en un cheque por separado. Especialistas en compensación como Joanne Sammer, también destacan las siguientes, como características de un plan de incentivos exitoso: (Sammer, 2007)
1. Identificar los indicadores importantes de la organización que fomenten el comportamiento de los empleados.
2. Involucrar a los empleados. Que los programas de incentivos parezcan justos a los empleados.
3. Buscar el pago de incentivos correcto. Las fórmulas de pago deben ser simples y comprensibles.
4. Establecer un vínculo claro entre el desempeño y el pago.
Además, los programas de pago de incentivos mejor gestionados son los que se comunican de manera clara y continua a los empleados. Esto es cierto durante los períodos económicos buenos y malos. De acuerdo con Roisin Woolnough, consultor en compensación: “Comunicar lo que se está haciendo es esencial para el éxito. Todo el mundo necesita saber cuáles son las metas y cuáles las recompensas por lograrlas”. (Woolnough, 2005). Las organizaciones proactivas encuentran recomendable evaluar la operación y la administración de sus programas de pago variables.