El costo de capital es la tasa de rendimiento que debe obtener la empresa sobre sus inversiones para que su valor en el mercado permanezca inalterado, teniendo en cuenta que este costo es también la tasa de descuento de las utilidades empresariales futuras, es por ello que el administrador de las finanzas empresariales debe proveerse de las herramientas necesarias para tomar las decisiones sobre las inversiones a realizar y por ende las que más le convengan a la organización.
El costo de capital representa pues una tasa de corte para la asignación de fondos a los proyectos de inversión: en teoría debe ser igual a la tasa financiera de rendimiento de los proyectos que permitiría mantener invariable el valor venal de las acciones. En este sentido el costo de capital, es la tasa mínima de rentabilidad necesaria para que se justifique el uso de los fondos. [1]
En el estudio del costo de capital se tiene como base las fuentes específicas de capital para buscar los insumos fundamentales para determinar el costo total de capital de la empresa, estas fuentes deben ser de largo plazo, ya que estas son las que otorgan un financiamiento permanente.
Las fuentes principales de fondos a largo plazo son el endeudamiento a largo plazo, las acciones preferentes, las acciones comunes y las utilidades retenidas, cada una asociada con un costo específico y que lleva a la consolidación del costo total de capital.
Los fondos o recursos para financiar necesidades de activos o para una propuesta de inversión se pueden obtener de distintas fuentes o medios: pidiendo prestado a los bancos, contrayendo obligaciones a corto plazo, vendiendo bonos como títulos de deuda, vendiendo partes del negocio emitiendo obligaciones adicionales (o bien bonos, acciones preferentes o acciones comunes) o comprometiendo fondos producidos por las ventas de bienes o servicios.
Por estos diversos financiamientos , existe un costo expresado en tasas efectivas, al que hay que honrar durante el periodo de amortización.
Para otras fuentes como los fondos producidos por la productividad de la empresa reflejada en las ganancias o utilidades se le ha atribuido la denominación de costo de capital o rendimientos que esperan los accionistas, debido a que estos fondos que se hallan disponibles, constituyen desde ya un rendimiento a los capitales invertidos por los accionistas
Dentro de la evaluación de un Proyecto de Inversión, éste será aceptado en tanto y en cuanto su tasa de rendimiento, o retorno, sea superior al Costo de Capital, ya que con ello aumentara el valor de la empresa. En cambio, en una empresa en marcha o en funcionamiento, el Costo de Capital viene a ser la tasa de rendimiento necesaria que justifique el uso de fondos.
La empresa debe evaluarse como un todo y no como un proyecto u operaciones en particular, sus fuentes de financiación a largo plazo constituyen su capital; capital que puede ser por deuda o por aporte. Tales capitales que recibe la empresa, deben evaluarse en conjunto pero, para poder medir el costo total de capital, es indispensable analizar separadamente los costos de cada una de las fuentes de financiamiento a largo plazo, teniendo en cuenta que se analizaran los costos efectivos, o verdaderos, y no los costos aparentes.
Se entiende como costo efectivo del capital, a la tasa de descuento o tasa interna de retorno, que iguala el valor actual o presente de los fondos realmente recibidos por la empresa, con el valor actual de los egresos que determina la operación financiera. Los egresos de la operación financiera pueden ser intereses, devolución de capital o dividendos sean preferenciales o comunes.
Factores implícitos
- El grado de riesgo comercial y financiero.
- Las imposiciones tributarias e impuestos.
- La oferta y demanda por recursos de financiamiento
[1] JAMES C. VANHORNE. Administración Financiera Centro Regional de Ayuda Técnica. México 5ta. Edición. 1995 pág. 112.