Se trata la sistematización de la información estudios de mercado, técnico y organizacional para la determinación de las inversiones del proyecto, a fin de cuantificar la inversión en los activos que requiere el proyecto para la transformación de insumos, y la determinación del monto de capital de trabajo inicial requerido para el funcionamiento normal del proyecto después de su implementación. Si bien la mayor parte de las inversiones se deben realizar antes de la puesta en marcha del proyecto, pueden existir inversiones que sea necesario realizar durante la operación, ya sea porque se precise reemplazar activos desgastados o porque se requiera incrementar la capacidad productiva ante aumentos proyectados en la demanda. De igual forma, el capital de trabajo inicial puede verse aumentado o rebajado durante la operación, si se proyectan cambios en los niveles de actividad. Se trata de los distintos criterios de cálculo de la inversión en capital de trabajo y la forma de tomarlos en consideración.
INVERSIONES PREVIAS A LA PUESTA EN MARCHA
Las inversiones efectuadas antes de la puesta en marcha del proyecto se pueden agrupar en tres tipos: activos fijos, activos nominales y capital de trabajo.
ACTIVOS FIJOS.
Las Inversiones en activos fijos son aquellas que se realizan en los bienes tangibles que se utilizaran en el proceso de formación de los insumos o que sirvan de apoyo a la operación normal del proyecto. Constituyen activos fijos, entre otros, los terrenos y recursos naturales; las obras físicas (edificios industriales, sala de venta, oficinas administrativas, vías de acceso, estacionamientos, bodegas, etcétera);
El equipamiento de la planta, oficinas y salas de venta (en maquinarías, muebles, herramientas, vehículos y equipos en general), y la infraestructura de servicios de apoyo (agua potable, desagües, red eléctrica, comunicaciones, energía, etcétera). Para efectos contables, los activos fijos, con la excepción de los terrenos, están sujetos a depreciación, la cual afectará al resultado de la evaluación por su efecto sobre el cálculo de los impuestos.
Los terrenos no sólo no se deprecian, sino que muchas veces tienden a aumentar su valor por la plusvalía generada por el desarrollo urbano en su alrededor como en sí mismos. También puede darse el caso de una pérdida en el valor de mercado de un terreno, como es el que correspondería cuando se agota la provisión de agua de riego o cuando el uso irracional de tierras de cultivo daña su rendimiento potencial.
ACTIVOS FIJOS, ACTIVOS NOMINALES Y CAPITAL DE TRABAJO.
Las inversiones en activos nominales son todas aquéllas que se realizan sobre activos constituidos por los servicios o derechos adquiridos necesarios para la puesta en marcha del proyecto. Constituyen inversiones intangibles susceptibles de amortizar y, al igual que la depreciación, afectarán al flujo de caja indirectamente, por la vía de una disminución en la renta imponible, y por lo tanto, de los impuestos pagaderos.
Los principales ítems que configuran esta inversión son los gastos de organización, las patentes y licencias, los gastos de puesta en marcha, la capacitación, los imprevistos, los intereses y cargos financieros pre-operativos.
INVERSIÓN EN CAPITAL DE TRABAJO
La inversión en capital de trabajo constituye el conjunto de recursos necesarios en la forma de activos corrientes, para la operación normal del proyecto durante un ciclo productiva, para una capacidad y tamaño determinados. Por ejemplo, en el estudio de factibilidad de una inversión en un proyecto de creación de un hotel además de la inversión en edificios, equipos y mobiliario, será necesario invertir en capital de trabajo un monto tal que se asegure el financiamiento de todos lo recursos de operación que se consumen en un ciclo productivo. En este caso, será posible determinar como ciclo productivo el tiempo promedio de permanencia en el hotel, como capacidad la ocupación promedio de la capacidad instalada y como capital de trabajo los recursos necesarios para financiar la operación durante los días de permanencia y hasta la recepción del pago del alojamiento y consumos.
En consecuencia, para efectos de la preparación Y evaluación de proyectos, el capital de trabajo inicial constituirá una parte de las inversiones de largo plazo, ya que forma parte del monto permanente de los activos corrientes necesarios para asegurar la operación del proyecto. Si el proyecto considera aumentos en el nivel de operación, pueden requerirse adiciones al capital de trabajo. En proyectos sensibles a cambios excepcionales pueden producirse aumentos y disminuciones en distintos períodos, considerándose estos últimos como recuperación de la inversión
METODOS PARA EL CALCULO DEL MONTO DE INVERSION EN CAPITAL DE TRABAJO
Los métodos principales para calcular el monto de la inversión en capital de trabajo son los de capital de trabajo bruto, capital de trabajo neto, ciclo productivo y déficit acumulado máximo. Los siguientes apartados analizan estos métodos en detalle.
MÉTODO DEL CAPITAL DE TRABAJO BRUTO
Una forma comúnmente usada para proyectar los requerimientos de capital de trabajo es la de cuantificar la inversión requerida en cada uno de los rubros del activo corriente, sin considerar que parte de estos activos pueden financiarse por pasivos de corto plazo pero de carácter permanente, como los créditos de proveedores o los préstamos bancarios. Si bien no parece racional excluir estos compromisos de corto plazo en la estimación del capital de trabajo, tiene la ventaja de ser más conservador. Los rubros de activo corriente que se cuantifican en el cálculo de esta inversión son el saldo óptimo para mantener en efectivo, el nivel de cuentas por cobrar apropiado y el volumen de existencias que se debe mantener.
La inversión en efectivo dependerá de tres factores: el costo de que se produzcan saldos insuficientes, el costo de tener saldos excesivos y el costo de administración del efectivo. El costo de tener saldos insuficientes hará que la empresa deje de cumplir con sus pagos. Si tuviera saldos suficientes, podría cumplir con sus compromisos y tener, en consecuencia, un costo cero, pero, a medida que disminuye el saldo, el costo de saldos insuficientes aumenta en el equivalente al costo de la fuente de financiamiento a que se recurra, sea el recargo de un interés a la deuda no pagada, o al interés cobrado por un banco, si se recurre a éste para obtener los fondos que remitan el pago de esa deuda.
METODO DEL CAPITAL DE TRABAJO NETO
Cuantifica esta inversión en términos menos conservadores y por lo tanto hace mas rentable un mismo proyecto. El método se basa en considerar que, tal como los recursos del inversionista están depositados en efectivo, inventarios o créditos a clientes, es posible que recursos de terceros puedan quedar disponibles para la empresa que se pudiera crear con el proyecto.
El calculo del monto de inversión en capital de trabajo neto se efectúa restando al capital de trabajo bruto los recursos obtenidos a través del crédito de proveedores, que permite disponer de materias primas y otros insumos sin desembolsar recursos o prestamos a corto plazo renovables.
MÉTODO DEL PERIODO DE RECUPERACIÓN
Este método consiste en determinar la cuantía de los costos de operación que se debe financiar desde el momento en que se efectúa el primer pago por la adquisición de la materia prima hasta el momento en que se recauda el ingreso por la venta de los productos, que se destinará a financiar el período de recuperación siguiente. La simplicidad del procedimiento se manifiesta cuando se considera que para la elaboración de los flujos de caja ha sido necesario calcular tanto el costo total de un período como el período de recuperación.
De igual manera su utilidad queda demostrada al considerar que el concepto propio del capital de trabajo es la financiación de la operación durante ese período de recuperación. Sin embargo, el modelo manifiesta la deficiencia de no considerar los ingresos que se podrían percibir durante el período de recuperación, con lo cual el monto así calculado tiende a sobrevaluarse, castigando a veces en exceso el resultado de la evaluación del proyecto. Pero sigue siendo un buen método para proyectos con períodos de recuperación reducidos.
MÉTODO DEL DÉFICIT ACUMULADO MÁXIMO
El cálculo de la inversión en capital de trabajo por este método, supone calcular para cada mes, durante todo el período de recuperación del proyecto, los flujos de ingresos y egresos proyectados y determinar su cuantía como el equivalente al déficit acumulado máximo. La principal crítica a este modelo es que castiga en demasía el proyecto al considerar una inversión excesivamente alta, en circunstancias de que los excedentes de la mayoría de los períodos permitirían recurrir a un financiamiento de corto plazo durante los meses en que exista un déficit acumulado.
Para solucionar esto se puede determinar un promedio, suponiendo que cuando haya déficit se cubrirá con créditos de corto plazo y que los superávit se invertirán para generar un interés que permita financiar el costo de los créditos de corto plazo. En todo caso, si el proyecto es rentable bajo este método, más rentable si se opta por la solución de promedios.
EFECTO DE ESTACIONALIDADES EN LA INVERSIÓN EN CAPITAL DE TRABAJO
Si el proyecto considera aumentos en el nivel de operación, pueden requerirse adiciones al capital de trabajo. En proyectos sensibles a cambios estacionales, podrían producirse aumentos y disminuciones en estos períodos, considerándose estos últimos como recuperación de la inversión.
El cálculo del monto de la inversión necesaria en capital de trabajo para un proyecto de inversión, con ventas mensuales constantes durante el año y con una recepción de materia prima estacional, requiere definir el período óptimo de producción. Las variables que favorecen la elección de un período mayor de producción, si bien esta en todos los casos debe ser el resultado de un análisis económico, son la menor inversión en infraestructura para bodegas de productos terminados y en equipamiento, dado el menor nivel de producción mensual, la menor cantidad de personal de producción o la menor cantidad de turnos, el menor tiempo ocioso de los equipos productivos, etcétera.
En favor de un período mas corto están, entre otros factores, la menor pérdida en bodega de materias primas y la menor necesidad de inversión en infraestructura para materias primas que resulta de un consumo mensual mayor, durante el período de recepción de estos insumos. Al ser la inversión en bodegas de materias primas linealmente dependiente de su capacidad, la alternativa de un período de producción mayor se hace, entonces, más negativa. El mismo efecto tienen las pérdidas o mermas en los insumos por bodegaje.
Dado que el costo de formación será prácticamente constante por unidad para las distintas alternativas de períodos de producción, se puede considerar como irrelevante para la decisión y tomar ésta en función de las inversiones de cada alternativa, el nivel de pérdidas asociado a cada una y el valor residual de las inversiones. Considerando que la venta del producto terminado se efectuará con regularidad durante todos los meses del año, la capacidad de las bodegas de acopio de materias primas será creciente a medida que el período de operaciones se extienda hasta el año, mientras que la capacidad de las bodegas de productos terminados será decreciente en igual caso. El análisis anterior no incorpora situaciones de carácter excepcional que pudieran producirse. Se parte del supuesto de que el mercado de materias primas e insumos tendrá un comportamiento tal que asegure el abastecimiento en los momentos y condiciones que el productor así lo requiera.
INVERSIONES DURANTE LA OPERACIÓN
Además de las inversiones en capital de trabajo y previas a la puesta en marcha, es importante proyectar las reinversiones de reemplazo y las nuevas inversiones por ampliación que se consideren. Es preciso elaborar calendarios de reinversiones de equipos durante la operación, para maquinarias, herramientas, vehículos, mobiliario, etcétera.
Como estos estudios ya fueron realizados, en este punto corresponderá al responsable del estudio financiero del proyecto sistematizar la información. Igualmente, será posible que ante cambios programados en los niveles de actividad sea necesario incrementar o reducir el monto de la inversión en capital de trabajo, de manera tal que permita cubrir los nuevos requerimientos de la operación y también evitar los costos de oportunidad de tener una inversión superior a las necesidades reales del proyecto.