Los costos de la cadena de suministro están compuestos por los recursos que son consumidos en los procesos de aprovisionamiento y producción, los cuales conforman los costos de producción de los inventarios de productos en proceso y de productos terminados. Estas mercancías, al ser vendidas, constituyen el costo de la mercancía vendida de la empresa, rubro muy significativo dentro de la estructura que conforma el estado de resultados, a partir del cual se calculan las utilidades de la compañía.
A continuación se presentan con mayor nivel de detalle las definiciones de los costos de la cadena de suministro (recursos consumidos durante los procesos de aprovisionamiento y producción).
Los costos en el proceso de aprovisionamiento son los recursos consumidos en las actividades de compra y adquisición de las materias primas o insumos requeridos para la fabricación. Estos incluyen el costo de compra o valor de las materias primas e insumos, los aranceles e impuestos incurridos para su adquisición, el transporte y almacenamiento desde las fuentes de suministro hasta los diversos lugares de procesamiento, los costos asociados a la administración de las órdenes de compra (preparar, pedir y controlar) y todos aquellos recursos consumidos hasta colocar a disposición del proceso de producción las materias primas o insumos para la elaboración de los productos. En consecuencia, los costos de aprovisionamiento conforman los denominados costos de los materiales requeridos para la elaboración de los productos, los cuales a su vez hacen parte de los costos de producción.
Según Barfield, Raiborn y Kinney (2004, pág. 78), “los costos del producto se relacionan con la elaboración o la adquisición de los productos o la prestación de servicios que generan de una manera directa los ingresos de una entidad”. En este mismo sentido Uribe Marín (2011, pág. 4) afirma que “los costos de producción son todos los rubros en los que se incurre para hacer la transformación de las materias primas con la participación de los recursos humanos y técnicos, e insumos necesarios para obtener los productos requeridos”. A partir de esta idea puede afirmarse que los costos de producción están compuestos por los costos de los materiales y los costos de la mano de obra involucrada en los procesos productivos más otros recursos adicionales consumidos tales como la depreciación, el mantenimiento y la energía consumida por las máquinas y equipos: estos conforman lo que comúnmente es denominado costos indirectos de fabricación. Es importante precisar que durante el proceso de producción se consumen recursos provenientes de actividades de planeación de la producción, pronóstico de la demanda de productos terminados requeridos, administración, manejo y transporte de materiales, productos en proceso y productos terminados al interior de las instalaciones productivas, procesamiento de pedidos y flujo de información con el proceso de aprovisionamiento, propias de las funciones logísticas de las empresas.
Asimismo, los costos de producción son los costos de los materiales directos, la mano de obra directa y los costos indirectos de fabricación. En la mano de obra directa se incluyen todas las erogaciones referentes al personal involucrado en elaboración del producto. Para que este costo tenga la característica de ser directo, es indispensable que sea posible establecer de una manera fácil y económica cuánto de ese recurso es consumido por el producto. Vale la pena resaltar que los costos indirectos de fabricación no solamente se componen por las actividades enunciadas en el párrafo anterior; también los constituyen el costo de la mano de obra indirecta y los costos de los materiales indirectos necesarios para la elaboración de los productos, es decir, aquellos recursos en los que no ha sido fácil establecer de forma económica el consumo del recurso por parte del objeto de costo, en este caso el producto.
Los gastos en la cadena de suministro son los recursos consumidos durante la administración de los inventarios de productos terminados en los centros de distribución y almacenes nacionales, regionales y locales, el procesamiento de los pedidos de los clientes finales, la administración de información con producción y con los clientes, el almacenamiento de productos terminados en los centros de distribución y en los almacenes y el transporte de productos terminados entre los centros de distribución y los almacenes y de estos al cliente final. Estos gastos en la cadena de suministro conforman los gastos de operación de la empresa, los cuales a su vez contienen los recursos consumidos por los procesos de administración y ventas, otros de los rubros importantes dentro de los estados de resultados.
Con el ánimo de analizar desde una óptica gerencial la estructura de costos y gastos de la cadena de suministro, resulta indispensable comprender algunas clasificaciones adicionales que tienen estos rubros y algunos conceptos alrededor de la temática. A continuación se presentan algunas clasificaciones vitales utilizadas en los procesos de toma de decisiones logísticas.
Costos y gastos fijos y variables en la cadena de suministro
Los costos y gastos fijos son aquellos que “permanecen constantes durante un período determinado, sin importar si cambia el volumen” (Ramírez Padilla, 2002, pág. 38). Por tanto, un costo o un gasto se considera un rubro fijo en la cadena de suministro en la medida en que, ante un incremento en el volumen de actividad, su magnitud a nivel total permanezca constante hasta la capacidad normal de los procesos de una compañía. Esta capacidad está determinada por las actividades que puede ofrecer, alineadas con la demanda del mercado en un horizonte de tiempo de mediano y largo plazo.
Algunos ejemplos de costos fijos en una cadena de suministro son:
- Arrendamiento de las bodegas de almacenamiento de materiales, inventarios de productos en proceso y de productos terminados antes de ser entregados a los centros de distribución.
- Salarios básicos del personal de compras de materiales y de los operarios de producción.
- Depreciación de los equipos de manejo de materiales (montacargas, estibadoras, bandas, carruseles) utilizando el método de la línea recta.
- Canon de arrendamiento de los vehículos utilizados para el transporte en la compra o adquisición de los materiales necesarios, en caso de modalidad de transporte tipo renting.
- Depreciación de los equipos de cómputo de compras y producción utilizando método de la línea recta.
Algunos ejemplos de gastos fijos en la cadena de suministro son:
- Arrendamiento de los centros de distribución y almacenes nacionales, regionales y locales.
- Depreciación de los almacenes propios destinados al almacenamiento de los productos.
- Salario básico de los conductores requeridos para el reparto de la mercancía en el caso en que se utilicen vehículos propios.
- Salario básico del personal utilizado en actividades de preparación, empacado y despacho de los pedidos de los clientes.
- Seguros e impuestos de los vehículos propios de reparto.
Cabe señalar que es posible que los anteriores ejemplos sean fijos a un determinado objeto de costos —en este caso un producto—, pero pueden ser variables al analizar otro objeto de costos.
Los costos y gastos variables están asociados a aquellos egresos cuya magnitud cambia conforme los volúmenes de actividad cambian. Barfield, Raiborn y Kinney (2004, pág. 84) afirman que “un costo cuyo total varía en forma directamente proporcional a los cambios en el nivel de actividades es un costo variable”. Así, los costos y gastos variables en la cadena de suministro están compuestos de aquellas erogaciones cuya magnitud a nivel total se incrementa con los aumentos en los volúmenes de actividad. Un ejemplo que explica esto lo ilustra el pago del transporte de producto terminado realizado a una empresa externa con base en los kilos y/o metros cúbicos movilizados.
Algunos ejemplos de costos variables en la cadena de suministro son:
- Costo de las materias primas e insumos requeridos para la fabricación de los productos.
- Los salarios pagados bajo la modalidad a destajo de los operarios involucrados en la transformación de los productos.
- Costos de los cargues y descargues pagados con empresas externas (subcontratación).
- El consumo de energía utilizada para la fabricación de los productos.
Algunos ejemplos de gastos variables en la cadena de suministro son:
- Transporte de producto terminado efectuado por una compañía externa y cobrado con base en los kilos y/o metros cúbicos movilizados.
- Seguros de la mercancía almacenada, calculados con base en el tamaño de los inventarios requeridos en los centros de distribución y almacenes.
- Pagos realizados a terceros referentes a la unitarización de mercancías utilizando paletas, estibas y contenedores.
- Formación de unidades de empaque para efectuar ofertas y promociones a través de la subcontratación.
Las clasificaciones de costos y gastos fijos y variables de la cadena de suministro presentadas anteriormente son importantes en los procesos de toma de decisiones logísticas, ya que permiten calcular el costo de producción y los gastos de operación de la compañía, cifras fundamentales para construir los estados de resultados por costeo absorbente y por costeo variable. Este último es necesario para realizar el análisis costo-volumen-utilidad, del que se desprenden criterios esenciales.