Para sustentar la variable lectoescritura se toma en cuenta la teoría del constructivismo. Este enfoque considera que las estructuras intelectuales de un individuo no son recepcionadas del medio ambiente de forma pasiva, ni incluidas en el nacimiento; sino que son adquiridas por el individuo durante el curso de sus actividades. Según Rosas (2008) para Piaget, existen dos principios generales. Primero, para poder desarrollar la inteligencia tiene que estar dirigido, siendo un proceso de estabilidad, de equilibrio que va en aumento y expansión del campo intelectual. Segundo, el niño quien ejecuta todo este proceso es el que establece el nivel de avance.
Como es mencionado por Piaget los niños no aprenden de manera pasiva sino forma parte de este proceso ya que posee muchas habilidades que se tiene que tener en cuenta no como antiguamente se enseñaba donde el niño era solo un receptor de conocimientos.
Asimismo, para sustentar la variable lectoescritura se toma en cuenta a Emilia Ferreiro que menciona que la lectura y la escritura han sido establecidas de manera tradicional, como que debe ser “enseñado” y cuyo “aprendizaje” tendría que ver con el adiestramiento de una cadena de capacidades específicas. Muchas investigaciones de psicólogos y docentes han sido orientadas en ese aspecto. Sin embargo, algunos estudios sobre desarrollo de comprensión de textos nos sujetan a desistir a estas dos ideas. Esto debido a que las acciones de lectoescritura empiezan antes de la etapa escolar: el aprendizaje escolar se acopla en un sistema de concepciones anteriormente construidas, y no debe ser limitado a un grupo de técnicas perceptivo-motrices. Para mostrar cómo el alumno puede interpretar y crear escritos antes de llegar a ser un escritor o un lector, se crean situaciones reales y se usa el “método clínico” o de “exploración crítica”.
En lo que se refiere a la variable lectoescritura se puede definir como las diferentes etapas por las que un niño transita en el progreso de aprender a leer y escribir. Los grados de lectoescritura fueron investigados primeramente por Ferreiro (1991), quien considera que todos estos procesos de adquisición de la lectoescritura se parecen, pero no son idénticos. La lectura y la escritura son aspectos de un mismo asunto, por lo que son inseparables. Asimismo, cuando se empieza el proceso lector a una edad temprana, nos encontramos con frecuencia con una capacidad grafo-motriz poco evolucionada que dificulta la reproducción fidedigna de las letras para poder ser interpretadas. Uno de los objetivos de los niños es conseguir un buen dominio de la mano para hacer grafías. Desde muy pequeño, el niño actual toma el lápiz o el rotulador para dibujar en toda superficie que encuentra, etc.; deseo que, una vez más debemos de aprovechar cuando surge, para desarrollarlo al máximo de forma gozosa. El niño, para conseguir sobresalir en el gesto gráfico, tiene que abarcar el sentido espacial a través del deslizamiento del cuerpo, del brazo y de la mano, para conseguir dibujar lo que había previsto. Sabemos que prever es ya un grado de maduración, que se ha de conseguir mediante el ensayo y la sorpresa de encontrar representado aquello que le recuerda algo conocido.
Según la RAE (2014), lectoescritura es «la capacidad y habilidad de leer y escribir adecuadamente». Asimismo, Cassany, Luna y Sanz (2002) señalan que es considerado como uno de los procesos más primordiales en el ser humano, ya que nos proporciona el aprendizaje autónomo y la habilidad de continuar progresando en los diversos ámbitos de la sociedad.
En lo que se refiere a las dimensiones de lectoescritura se definen a continuación:
Según Silva (2001) la dimensión lectura en voz alta es una manera de comunicar utilizada con bastante frecuencia por la mayoría de los profesores. Este tipo de lectura nos ayuda a optimizar la pronunciación de las palabras, así como la entonación. En conclusión, ayuda superlativamente a facilitar la comunicación pues nos habitúa a disertar frente a un público de manera sobria y natural.
Según Merino (2001) es primordial que los párvulos inicien la lectura en el hogar, pues los tutores están más unidos a ellos de manera afectiva es asi como les es mejor motivar a la lectura. Chambers (2001) señala que es calificada como un factor importante y que más influye en la formación integral del niño. Por qué la lectura es el camino para lograr nuevos aprendizajes.
En lo que se refiere a la dimensión competencia lectora Sole (2012) menciona que es un proceso interactivo donde interviene un lector y un texto. El lector, valiéndose de conocimientos precedentes, saca información de un libro con el propósito de enriquecer aún más sus conocimientos.
El término “competencia lectora”, PISA (2015) lo define de la siguiente forma: “es comprender, usar, reflexionar y comprometerse con contenidos escritos para conseguir los propios objetivos, lograr conocimiento y potenciales personales y contribuir en la sociedad” (OCDE, 2015, p.9). Según esta definición resalta que la competencia lectora no es solo leer sino comprender, analizar para poder hacer una adecuada reflexión y alcanzar objetivos propios.
Por otro lado, la dimensión dictado según Cassany (2004) es una práctica de escritura por la que el estudiante escucha una información de algún número de palabras, las capta y las documenta al momento. Entre las metas del dictado tenemos: a) escuchar detenidamente, b) retener lo escuchado, c) ejercitar las deficiencias ortográficas, practicar la rapidez y legibilidad de la escritura de forma sincronizada.
Si nos basamos en el concepto Real Academia (2014) comprende; decir algo con las pausas convenientes para que otro individuo lo vaya escribiendo.
Asimismo, el dictado según García et al (2009) puede darse con dos objetivos distintos: a) con propósitos de diagnóstico en el que el profesor identifica las deficiencias de sus educandos en lo que se refiere a temas de escritura u ortografía; y b) con propósitos de estudio y recuperación; el cual también lo hace el profesor con el fin de adquirir conocimientos, o también con el objetivo de corregir las carencias que hayan derivado de un dictado tipo diagnóstico.
La dimensión copia según Almeida (2001) es una forma de escritura donde el estudiante lee un contenido, lo memoriza para luego escribirlo de manera correcta con escrupulosidad. Según Alberto (2001) entre los propósitos que se obtienen con la copia están: a) mejorar la atención, b) mejorar la memoria, c) percibir detalles sin tener a menos el conjunto, d) crear hábitos para tener una buena escritura y e) amplificar las capacidades y técnicas de escritura.