El régimen de propiedad Agrario surge y evoluciona a través de la historia con transformaciones políticas, económicas y sociales de los pueblos. Las primeras normas jurídicas, fueron de esencia agraria basadas en el Derecho Consuetudinario debido a que el hombre transpone el umbral de la historia. En la era neolítica cuando domestica a los vegetales (agricultura) y a los animales (ganadería), desarrolla sus innatas aptitudes creativas y organizativas. En efecto, uno de los mas antiguos textos de derecho positivo llegado a nuestros días, es el Código de Hamurabi (1780 a.c. 686 a.c.) que trataba en particular a las relaciones jurídicas entre el hombre y la tierra.[1] También las Leyes de Solom (640 – 558 a.c) rigieron principios de formas agrarias promovió el parcelamiento de las tierras y estimuló la pequeña propiedad, con el fin de luchar contra el acaparamiento de tierras y la creación de latifundios. Por su parte los Romanos, dedicaron a la regulación de la agricultura las partes mas importantes de la Ley de las Doce Tablas y dictaron entre los Siglos V y I a.c. no menos de siete leyes agrarias. El Derecho Romano como sabemos, después de una larga evolución se cristalizó en el corpus Juris Justiniano (civilis) perfeccionando el Derecho de Propiedad individual con marcada tendencia egocentrista.
Asimismo, en la provincia de Satipo, estudios existentes refieren que en esta, parte de la Selva Central fue ocupada probablemente hace 3,500 años, muestra de ello existen petroglifos, restos de cerámicas y hachas de piedra.
En la época preincaica, cuando los Arawak fueron desplazados a zonas inundables de la cabecera de Rió Ucayali, se refugiaron en las terrazas no inundables ubicadas al noreste del codo del Río Tambo, conformando “la gran familia Asháninka”; y dá origen a los Piros, Simironches, Asháninkas, Machiguenga, Nomatziguenga, Yaneshas, Kaquintes, Amueshas y Amewakas. Según afirman los cronistas, en la época incaica, los incas hicieron una división tripartita de las tierras cultivables de los Ayllus; una para el pueblo o gente común (Hatun- runa), otra para el Inca y la nobleza, y la tercera para el Sol y las divinidades[2]. En primer lugar, los incas perfeccionaron el sistema de distribución de las tierras de los Ayllus, adjudicando a los naturales la extensión necesaria para una holgada existencia; y el resto de las tierras se daban al Inca y al Dios Sol, que por lo general eran menores[3]. Cuando la gente del pueblo crecía en número se tomaba las tierras del Sol y del Inca , para los vasallos .
En otros sistemas agrarios en el Incanato encontramos:
- Régimen de tierras con pastos naturales; los Incas separaron las tierras que no eran útiles para la agricultura habiéndola asignado para el pastoreo, la caza y la extracción forestal.
- Tierras forestales o montes, estas tierras fueron reservadas como moyas del Inca que permitían solo la extracción de leña para ser usada como combustible o madera para la construcción de viviendas.
El tupu incaico y la unidad agrícola familiar.
Los Incas respetaron el sistema de las tierras del pueblo, a razón de un “Tupu” para “un plebeyo” casado y sin hijos; y para los que tenían le daban por cada hijo varón un tupu y para las hijas medio. Las diferentes extensiones del tupo, se asignaban según las distintas localidades y dentro de éstas del mismo modo. Diversos autores demuestran que el tupo no era una unidad de medida, sino una cantidad de tierras que variaba en razón de la capacidad de producir lo necesario para el sustento de la familia y la capacidad de su trabajo. El imperio se preocupaba para que los ayllus fueran atendidos primero, que la superficie de la tierra sea en partes iguales y necesaria para la vida de cada familia multiplicada por el número de ellas, lo que ha llevado a decir que “la política agraria de los incas puede ser considerada como la mas justa y última palabra de la colonización moderna”[4]. En esta época, no se tomaba en cuenta a la tierra fértil, a los nutrientes necesarios y al control de su degradación; sino que se constituía como una fuente de trabajo, de producción y económica para su población.
Durante el reinado de Tupac Yupanqui, en Apurímac tierras de los Yanas debido a la necesidad de solucionar el espacio vital mediante el uso de la fuerza y la habilidad guerrera que dominaban y buscaban nuevas tierras; se produjo la sublevación de los rebeldes Chancas, para ello, invadieron el Cusco sitiándolo por meses. Lo que motivó la huida del Inca juntamente con su hijo LLahuar Huarac (que lloró sangre); solo en el escenario apareció el príncipe Pachacutec, que logró el desalojo del Cusco librándose la batalla final en la pampa (anta), empezando así la persecución hasta el valle de Apurimac. Posteriormente a un sector vencido, se les reconoció sus derechos y a sus generales chancas denominados sinchis, se les incluyó en la clase militar para las conquistas, éstos vencidos Chancas fueron captados por el Imperio Inca haciendo contraer matrimonio con las acllas cusqueñas, y fueron empleados para la conquista incaica a otras latitudes; mientras que los vencidos que no admitieron las pretensiones de Pachacutec, retornaron otra vez a Apurimac, y fueron obligados a buscar nuevas tierras para su conquista, llegando así al valle de Satipo de Selva Central. Y por la cuenca del rió Huallaga, Tocache, Lamas y diversos lugares de la Selva Baja Oriental, se le asignó tierras a los demás vencidos para su subsistencia denominadas yanacunas. Para los españoles el descubrimiento y conquista del Imperio Incaico en los principios del siglo XVI, significó un hecho importante; como salir de ser la cola de Europa. En Europa, la política económica interna era el mercantilismo y esta doctrina que preconiza la fuente de riqueza para los pueblos, era la acumulación de metales preciosos (oro y plata). Los españoles siguieron esta ideología .Los españoles llegaron a todos los rincones posibles en busca de riquezas de oro y plata, motivo por el cual dejamos de ser un pueblo agrario para ser un pueblo sojuzgado. Los españoles al llegar destruyeron todo el aparato político administrativo de los antiguos peruanos, como afirma Garcilazo de la Vega. Durante la Edad moderna en el Perú como en el resto del América, se vivió bajo la denominación colonial ,siendo sometidas las tierras agrarias a dos regímenes: Por un lado la propiedad privada de cuño feudal que constituyó el mas sólido elemento de riqueza y la parte mas importante de un patrimonio soberano de los Estados. Y de otro lado, encontramos la propiedad comunal. Los españoles encontraron en la zona andina una de las culturas agrícolas mas desarrolladas del mundo, sus orígenes fueron netamente agrarios, tenían una red de depósitos para almacenar su cosecha, etc. Los europeos solo respetaron y aprovecharon una fracción de todas esas técnicas y experiencias. Se produjo la sustitución parcial de cultivos por otros traídos de Europa. Las tierras agrícolas fueron distribuidos por el régimen colonial.48
La época colonial, fue una etapa de transformación y degradación, donde los Incas sucumbieron ante los españoles y no tuvieron mucho conocimiento sobre el espacio de Satipo. Los españoles optaron por desprestigiar a los Ashánincas acusándoles como chunchos, come gente, con la finalidad de que los grupos étnicos no se subleven. A finales de la colonia recién enfocaron su interés en la Selva Central la que fué fortalecida en la Época Republicana por los frailes franciscanos. Ingresan a esta parte del territorio amparados en la cruz y la Biblia para “evangelizar” a los nativos, partiendo del convento de Santa Rosa de Ocopa (Concepción). Ingresando por la parte del territorio actual de Llaylla, pasando por Mazamari hasta Puerto Ocopa donde se asentaron y conquistaron a los nativos.
En 1898 ingresó el primer colono a Satipo. Augusto Hilser, conjuntamente con el Monseñor Francisco Irazola; partieron de Ayacucho, por el Rió Apurímac continuando por el Rió Ene ingresando por el Rió Perené a Pangoa y a Satipo hasta llegar a Pampa Hermosa en 1915.
En 1919 comenzaron a establecerse numerosos colonos extranjeros.
En 1926 llegaron los primeros colonos de Yauyos.
En 1927 llega el primer grupo organizado de colonos para iniciar la explotación de recursos naturales de estas tierras. Sin embargo, esta explotación no fue controlada legalmente y ni fue compatible con la protección del bien común, lo cual se traduce en explotación desigual e indiscriminada de tala del bosque. Tal como confirma Willem,Assies49. Además en esta época de dominación española, se suscitaron enfrentamientos y rebeliones a razón de los abusos contra estos pueblos nativos; la de mayor alcance fue la de José Santos Atahualpa.
Satipo durante la época republicana, estaba gobernado por curacas que gobernaban a tribus nativas; quienes se caracterizaban por ser hostiles, salvajes, agresivos y sus relaciones sociales seguían siendo primitivas.
Ese momento histórico ha sido señalado como el nacimiento de los derechos sociales. En primer lugar, el Derecho Laboral que predicó el respeto por la dignidad humana de los trabajadores, y después el Derecho Agrario que surge con cierto retraso debido a que los campesinos en su aislamiento geográfico y mental, percibieron diariamente la importancia de su rol en lo económico y social.
A partir del año 1995 en adelante, el programa de repoblamiento alentó a mas colonos a infiltrarse en la selva (monterreal) para realizar actividades agrarias a cielo abierto e implantar costumbres exógenos de la sierra y costa.
En la actualidad, los colonos agricultores avanzan deforestando mas árboles silvestres en la selva y trabajan las tierras agrarias sin asistencia técnica degradándolos; así mismo, en lo referente a temas de conservación y tratamiento del medio ambiente; no se realizan campañas de capacitación. En consecuencia, actualmente el desarrollo sostenible de Las Comunidades Nativas se ven afectados y en proceso de sufrir una brusca desculturización.
[1] J. Masrevery “Derecho y Justicia Agraria, Estudios Legislativos”.Pag. 23.
[2] Eugenio Alarco,”El Hombre Peruano en su Historia”,Tomo I,”Los Antepasados Aborígenes” Ed. Ausonia, Talleres Gráficos S.A.,Lima. Pag.636.
[3] De la Vega, Garcilazo “Comentarios Reales”,Ed. INCA. Pag. 107.
[4] De la Vega, Garcilazo Ob.Cit. por Adrianzén Figallo,Guillermo.”Derecho Agrario Peruano,Pag. 98.
48 Docafé Enrique, “Historia de los peruanos Tomo III” Pág. 235.
49 Willem Assies. Extracción y desarrollo sustentable en la Amazonía”. Pág. 46.