Comercio informal

El comercio informal esta segmentados por dos modalidades.

 

El Comercio Ambulatorio

De Soto (1987) “Se dice al que deambula con su mercadería y no tiene lugar fijo y también a la persona que tiene su puesto en la vía pública”.

 

  1. Itinerante:

De Soto (1987) “Son personas que desarrollan la primera clase de comercio ambulatorio compran pequeñas cantidades de golosinas o víveres no perecibles y ropas, deambulan por las calles tratando de venderlos a las personas que se encuentran a su paso; carece una ubicación fija”. No se encuentran organizados pues operan de manera individual e independiente y cuentan con una ubicación fija que cuidar.

 

  1. Lugar Fijo en la Vía Pública

De Soto (1987) “Esta es la segunda clase del comercio ambulatorio supone que el ambulante previamente ha dejado de deambular, y se ha instalado en el para desarrollar su actividad. Este personaje ya crea fuentes de trabajo para terceras personas pues necesita de ayudante para hacer una mejor atención al cliente”.

 

Ejemplo:

Una Carpa que vende caldo de Gallina, allí se puede observar que trabajan 3 a 4 personas.

Pero todo esto implica una invasión en las calles.

  1. La Invasión de las Calles

De Soto (1987) “La invasión de las calles se dan, no de un solo momento sino de a pocos, como tratando de afirmar sus propios cálculos y la posibilidad que ocurra consecuencias imprevistas”.

Ellos invaden ya habiendo estudiado el terreno donde se invadirá, sus posibles clientes, quienes se irán a oponer a su ocupación, etc. Una vez que se instalan aunque se le siga llamando “ambulante” ya no lo son, son comerciantes informales. Generalmente tienen una carretilla pero ya no se movilizan para ofertar sus productos; la carretilla lo usa solo para trasladar su mercadería a un lugar más seguro al final día laborable.

 

Se rodea de otros ambulantes y luchan por los derechos especiales de Dominio. Ellos también tienen objetivos como de agruparse y comprar un terreno y construir su propio centro de abastos para sentirse más seguro.

 

Los derechos especiales de Dominio.

De Soto (1987) “Desde que el ambulante se instala en un lugar lo hace con el fin de crecer, ganar su reputación como comerciantes pero todo esto el individuo se ve imposibilitado a crecer, o construir de material noble o agua y luz, comprar más mercadería para poder ofertarla de mejor precio”.

 

La razón es por la latente amenaza de desalojo, especialmente cuando hay problemas de tráfico o de presiones de los vecinos, que en algunos casos son comerciantes formales.

 

Estos puestos tienen un valor comercial muy importante en algunos sectores de la gran Lima, como por ejemplo Gamarra. Allí un puesto ambulante de 3 m2 cuesta el valor de 10 mil soles es por eso que el ambulante valora su puesto lo cuida, se agremia en asociaciones para defender sus derechos.

 

De Soto (1987) “En la forma de buscar algún reconocimiento legal. La más importante ha sido la sisa, que se paga a las autoridades municipales. Ellos saben que pagando este tributo pueden tratar de pedir su reconocimiento por sus derechos lo cual es curiosamente aceptado por los vecinos y por las autoridades”.

Los municipios se interesan ansiosamente por la sisa más por el metro cuadrado ocupado que los comerciantes formalmente establecidos. La Sisa es un ingreso importante para los municipios y se consolida como uno de sus principales rentas.

 

Esto también genera que las municipalidades en su afán de generar más ingresos, han tenido que ceder frente al avance informal.