La “creatividad” puede ser considerada como una palabra mágica, que despierta un gran interés y sugiere un fenómeno complejo, que desafía a los investigadores del tema.
Desde el punto de vista etimológico deriva del verbo crear, que quiere decir dar existencia a algo, o producirlo de la nada; establecer relaciones hasta entonces no establecidas por el universo del individuo, con miras a determinados fines. Podemos encuadrar las diferentes definiciones existentes en cuatro categorías.
- La persona que crea, destacando los aspectos de su temperamento, los rasgos y valores, y las actitudes emocionales.
- El proceso creador, destacando el pensamiento creativo, las motivaciones y la percepción.
- El producto creado, realizando las invenciones, las obras artísticas, y los descubrimientos científicos.
- Las influencias ambientales, o sea los condicionamientos educativos, sociales, y culturales.
Así, el término creatividad, se puede referir al individuo que presenta ciertas características que le llevan a crear; al conjunto de actividades que ejecuta al producir un objeto creativamente; o al resultado mismo de la conducta creadora. Varios psicólogos modernos, sostienen que la creatividad es un tipo especial de solución de problemas.
Guilford (1950) afirma que “la creatividad como una forma de pensamiento, la cual se desencadena a causa de la entrada del sujeto a un problema, en cuya solución se advierte la existencia de ciertas características especiales de fluidez, flexibilidad, originalidad y elaboración”.
Flamagan (1958), “la creatividad se muestra al dar existencia a algo novedoso. Lo esencial está en la novedad y la no existencia previa de la idea o producto. La creatividad es demostrada inventando o descubriendo una solución a un problema y en la demostración de cualidades excepcionales en la solución del mismo”.
Freud (1963): “La creatividad se origina en un conflicto inconsciente. La energía creativa es vista como una derivación de la sexualidad infantil sublimada, y que la expresión creativa resulta de la reducción de la tensión”.
En conclusión, la creatividad es una forma de pensamiento que genera nuevas soluciones o experiencias, nuevos productos, nuevas ideas a causa de un problema. La creatividad nos permite conectar lo que sabemos con lo nuevo que podemos crear o imaginar.
Criterios de las capacidades creativas.
Fluidez.
La fluidez es una habilidad para generar ideas, no importa si son buenas o malas las ideas. En este factor no entran los juicios de valor ni los prejuicios, debe producirse un mayor número de ideas. La fluidez busca el dar varias opciones de ideas para dar solución a un tema determinado.
Dentro de un período de tiempo determinado, se puede generar una gran cantidad de ideas y se pueden hacer muchas sugerencias para el problema. Las personas creativas tienen la capacidad de expresarse verbalmente con fluidez y de manera integral.
Según Guilford (1965) existen distintos tipos de fluidez:
Fluidez de Ideas.
Se forma a partir de la práctica de generación de ideas en cantidad indefinida.
Fluidez Asociativa
Asociar es la materia básica del proceso de pensar. No puede existir el pensamiento si no existe la asociación. La asociación está en cada acto de pensar.
Asociaciones de primer orden. Asociaciones automáticas que generalmente no son conscientes, como cuando se observa a un objeto, o se lee o escucha una palabra y ser reconoce su significado.
Asociaciones de segundo orden. Asociaciones intencionalmente buscadas bajo mecanismos estrictos de evaluación y seleccionando como elementos de asociación aquellos elementos que parecen tener estrecha relación con lo que busca entender o solucionar.
Asociaciones de tercer orden. Estas asociaciones son las de mayor interés para la productividad creativa. En estas asociaciones se busca las respuestas a problemas en elementos que no parecen tener relación con lo que estamos tratando de hacer, entender o solucionar.
Fluidez de expresión
Es la habilidad que tiene que ver con la cantidad de ideas generadas por una persona y no así a la calidad de las mismas. Guilford (1965), habla de la fluidez de pensamiento, referida a la habilidad que tienen las personas de emitir de forma rápida muchas ideas, pensar en muchas más cosas de las que en un primer momento lo pueda hacer. Esta dimensión por definición permite tomar en cuenta la producción abundante de ideas, un mayor número de soluciones a situaciones o problemas. Por tanto, en un estudiante la fluidez se vería expresada por la aportación de muchas ideas, muchas respuestas, muchas soluciones, etc.
Flexibilidad
La flexibilidad implica aprender a aceptar la idea de los demás y manipular cambios y transformaciones, replanteamientos y diseños. La flexibilidad no requiere tener una sola respuesta correcta ante una situación, sino busca más posibilidades de respuesta, busca cambiar la óptica y pensar en algo diferente para lo cual fue hecho. Además, es la variedad y diversidad de las ideas producidas, nace de la capacidad de pensar fácilmente de una categoría a otra, se aborda los problemas desde diferentes ángulos. También ésta involucra una transformación, un cambio, un replanteamiento o una interpretación. Se puede distinguir dos tipos de flexibilidad:
a) Flexibilidad Espontánea, es aquella que el individuo utiliza incluso sin proponérselo para dar respuesta a un problema hace referencia a la variabilidad observable en los tipos o clases diferentes de respuestas dadas. En una misma tarea se puede medir tanto fluidez ideacional como flexibilidad espontánea.
b) Flexibilidad adaptativa, es cuando el sujeto realiza ciertos cambios en la interpretación de una tarea. Es la capacidad de intentar solucionar un problema específico mediante el diseño y ejecución de estrategias y acciones sucesivas o tentativas cambiantes del tipo ensayo y error.
Originalidad.
El concepto de “originalidad”, siempre presente en las definiciones de la creatividad, es muy controvertido, pues hay que distinguir entre el sentido individual y el social, por lo que siempre debemos considerar que el empleo del conocimiento ya existente es siempre un incremento, y que siempre es discutible hasta qué punto el producto creado es original, o en qué medida es imitado.
Taylor, luego de examinar decenas de definiciones, determinó que para comprenderlas mejor es necesario distinguir cinco niveles de creatividad, o sea cinco formas de manifestación de la conducta creadora.
Los niveles de creatividad son:
1) Nivel expresivo. – Se relaciona con el descubrimiento de nuevas formas para expresar sentimientos. Por ejemplo: el dibujo del sol en el niño, que expresa vida y alegría, y le sirve de medio de comunicación consigo mismo y con el ambiente.
2) Nivel productivo. – En el que se incrementa la técnica de ejecución, y existe mayor preocupación por el número que por la forma y el contenido.
3) Nivel inventivo. – En el que se encuentra una mayor dosis de invención y capacidad para descubrir nuevas realidades. Además, exige flexibilidad perceptiva a fin de poder detectar nuevas relaciones, y es válido tanto en el campo de la ciencia como en el del arte.
4) Nivel innovador. – Se modifican los principios básicos que fundamentan el sistema al cual pertenece el objeto creado. En él interviene la originalidad, y es el nivel que diferencia al artista del mero hacedor de arte.
5) Nivel emergente- Presupone la creación de principios nuevos y no solo la modificación de los antiguos.
La originalidad tiene carácter de novedad e intenta buscar soluciones nuevas. Es el factor más determinante de la capacidad creadora. Las observaciones prácticas identifican esta cualidad como esencial a todos los productos que han tenido origen en procesos creativos. Cabe recordar que la creatividad a menudo hay que buscarla no precisamente en el qué, sino en el cómo.
La originalidad es la habilidad que tienen las personas de aportar ideas novedosas, diferentes, únicas y apartadas de la normalidad o convencionalidad. Para su surgimiento requiere del rompimiento con esquemas establecidos, ideas o modelos rígidos y por otra parte sugiere poner en práctica ideas activadoras o bien la yuxtaposición de éstas, integración o relación de elementos distantes y reestructurar o reelaborar modelos ya asumidos. La originalidad es la habilidad de producir ideas o respuestas poco frecuentes.
Las personas creativas son a menudo realmente originales. La originalidad significa tener una gran cantidad de ideas brillantes y divertidas. Estas ideas y pensamientos se alejan de la norma, son únicos y extraordinarios. La libertad interior que existe elimina ciertas restricciones. Las personas que tienen originalidad son individuos que no están “obligados dinámicamente en grupo”.
Las personas creativas, presentan ciertas características:
Son originales porque tienen ideas innovadoras, son capaces de relacionar dos elementos que no tienen nada en común, poseen una gran imaginación. Llegan a desafiar las normas que están estipuladas socialmente para llevar a cabo su idea.
Tienen iniciativa, aportan ideas y las ajustan de acuerdo al proyecto que quieren realizar, su mente trabaja muy rápido y de forma activa, es decir, tienen fluidez de pensamiento. Son muy observadores y tienen muy desarrollada su imaginación, por eso son personas innovadoras.
Poseen la capacidad de identificar problemas de forma rápida, si en el proyecto que se está realizando se están cometiendo errores se dan cuenta de ello. También pueden juzgar si se han alcanzado los objetivos a los que se querían llegar en la situación inicial. Son personas divergentes porque tienen la capacidad para analizar las diferentes posturas que existen e incluso encontrar diferentes caminos para alcanzar un objetivo común, su pensamiento es crítico y utilizan metodologías alternativas.
Se caracterizan por ser flexibles, tienen la habilidad para adaptarse a diversas situaciones y extraer lo que más les convenga de ellas con el fin de realizar sus proyectos de forma exitosa o alcanzar sus metas. Son personas curiosas a las que le gusta saber cómo funciona todo lo que le rodea para satisfacer sus dudas y preguntas.
La creatividad, tiene aspectos que pueden ayudar en el desarrollo de los niños.
Angulo, P. y Ávila, L. (2010) refiere que el juego es la base del desarrollo de su aprendizaje. El niño observa su entorno, lo va asimilando según sus capacidades, y a través del juego va interpretando y acomodando lo observado. Pero no basta con dejarle jugar o proporcionarle cantidades de juegos. Es necesario crear un ambiente que estimule al niño a investigar, imaginar y manipular, que le permita dar sus propias respuestas, donde el adulto le oriente teniendo en cuenta las ideas del niño (por lo que debe ser capaz de cambiar su propio criterio ajustándose a las necesidades del grupo o de un individuo, debe ser flexible y no autoritario, debe ser conocedor de la información necesaria, no para transmitirla de modo unilateral sino para ayudar al niño a obtener el material necesario para mayor rendimiento en su investigación). Cuando se habla de libertad en las aulas, los docentes piensan que será un caos, falta de respeto o rebeldía, se sienten preocupados por cómo afrontar esta situación, pero esto favorece a que el niño debe conocer las reglas que rigen en clase o en el ambiente en que se desenvuelve, los límites. De este modo él se sentirá más seguro, y será capaz de crear sin temor a ser reprendido. Dejando al niño elegir su propia vía, evitamos muchas frustraciones y fracasos, que frecuentemente abocan en indisciplina y falta de respeto hacia los docentes y los propios compañeros. En un proceso creativo se unen procesos intelectuales, motores, emocionales y perceptivos.
Diversos estudios consultados, concluyen que crear un “ambiente flexible permite una mayor fluidez, flexibilidad y originalidad y mayor grado de elaboración en los trabajos de los niños” (Espríu, 2005) Todas estas variables que hacen referencia al hecho creativo funcionan de un modo independiente, combinándose entre sí. Por lo que debemos concluir que es necesario si queremos educar niños creativos y desarrollar su pensamiento divergente, debemos buscar una enseñanza que favorezca la autonomía del niño, un ambiente democrático que permita al niño dar sus opiniones y respetar a los demás; donde se tenga en cuenta la individualidad de cada uno permitiéndoles desarrollar sus propias capacidades y fomentando sus intereses personales. (pág. 18)