DETERMINACION DEL TAMAÑO OPTIMO DE LA PLANTA

VARIACIÓN DE LOS COSTOS A LARGO PLAZO.
Suponiendo que todos los factores de producción son flexibles, existe una relación entre los costos de producción y los respectivos volúmenes producidos. En este horizonte, salvo el nivel supuesto de tecnología, no existen otros factores fijos. La relación mencionada permitirá investigar la existencia o no de economías o deseconomía de escala, el cual es un elemento muy importante para detectar las posibilidades de competencia en el mercado y el grado de concentración en el cual se encuentra la rama de producción de los respectivos bienes (o servicios) . Los costos que se computen en esta etapa del análisis se deberán valorar nacionalmente o sea que los procesos productivos se deberán ponderar desde el punto de vista de la economía en su conjunto y no desde el punto de vista privado, es decir que se debería trabajar con precios sociales y no con precios de mercado.

GRADO DE ABSORCIÓN DEL MERCADO.
A partir de la determinación de la función demanda con la cual se enfrenta la inversión que se analiza, se deberá determinar la evolución de esa función para todo el período de planteamiento del proyecto. Esta evolución estará influida por una cantidad de parámetros condicionantes propios de la función generalizada de demanda tales como ingresos per-capita, precios relativos de bienes sustitutos y complementarios, crecimiento demográfico y preferencia de los consumidores, etc. Las técnicas de análisis aplicables son las de los métodos econométricos, mediante los cuales se cuantifican la elasticidad-precio y, la elasticidad-ingreso y se realizan las proyecciones.

 

LAS PROYECCIONES DE LA DEMANDA.
Las proyecciones de la demanda así estimadas, permitirán conocer el monto de los beneficios brutos del proyecto para cada nivel previsto de capacidad. Un aspecto importante que debe ser estimado es la tasa supuesta de crecimiento futuro de la demanda, a efecto de lograr una optimización dinámica del tamaño durante la vida útil del proyecto. Como ya se dijo, tasas de crecimiento altas previstas para la demanda, pueden llegar a justificar hoy tamaños que lucirán excesivos en el caso de tasas menores de crecimiento. Este problema, que tanto ha preocupado a los analistas de proyectos y que se relaciona con la mayor o menor flexibilidad que se quiera otorgar a las decisiones sobre capacidad, puede ser conceptualmente resuelto mediante el criterio de maximización del VANN.

 

EL TAMAÑO DEL PROYECTO Y LA EVALUACIÓN ECONÓMICA (SOCIAL).
Como punto de partida para el análisis de la determinación del tamaño óptimo del proyecto, se puede suponer en la etapa de perfil y prefactibilidad, una primera aproximación de la dimensión del mismo. Esta primera aproximación, seleccionada en función de un juicio primario acerca de sus posibilidades de lograr satisfactoriamente los objetivos del proyecto, es evaluada teniendo en cuenta las relaciones costo-volumen y precio-volumen. El propósito de esta evaluación es determinar los costos y beneficios correspondientes al tamaño inicial postulado. El análisis deberá hacerse desde el punto de vista nacional, o sea a partir de la cuantificación del VAN.

El próximo paso consiste en realizar la evolución de variantes en el entorno de la propuesta inicial, es decir, suponer mayores o menores tamaños.

Este proceso de consideración de variantes se debe continuar, expandiendo o reduciendo el tamaño inicialmente propuesto, hasta encontrar la secuencia más promisoria utilizando criterios de rentabilidad nacional. Lo que se busca es lograr la escala óptima de proyecto; es decir, aquél tamaño que signifique el máximo aporte a la economía nacional, expresado a través del máximo valor obtenible para el VAN.

 

EL TAMAÑO ÓPTIMO DEL PROYECTO.
Pueden existir muchos casos en los cuales la evaluación nacional no difiera de la evaluación privada del proyecto, en lo atinente a la determinación de la escala optima de la inversión, pero no es difícil encontrar casos en los cuales la valoración nacional lleve a conclusiones diferentes de las de la valoración privada. También, si la evaluación se hace desde el punto de vista nacional, la valoración de los bienes o servicios producidos no se realizaría únicamente según el precio ex-post de mercado, sino que tendría en cuenta la valoración otorgada por los demandantes de los bienes, valoración que es precisamente la función de demanda. Aparece en esté caso el concepto de “excedente del consumidor”, que debe ser incorporado al proceso de valoración nacional de los beneficios. En general, cuando la elasticidad precio de la demanda es finita, el tamaño óptimo obtenido desde el punto de vista nacional es superior a aquél obtenido desde el punto de vista privado.

 

LA CONSTRUCCIÓN DEL PROYECTO POR ETAPAS.
Con respecto a este importante aspecto, se hacen las siguientes anotaciones: Es frecuente encontrar justificaciones de sobredimensionamiento de proyectos utilizando el argumento de que conviene “adelantarse a la demanda”. En algunos casos este argumento carece de validez y simplemente se utiliza para justificar proyectos de dudosa prioridad; pero hay situaciones en las cuales la idea del “sobredimensionamiento” puede ser razonable, como en el caso de existir apreciables economías de escala que puedan justificar instalar capacidad que resultaría excesiva según los niveles vigentes de demanda. El futuro crecimiento de la demanda podría llegar a justificar esa decisión y en tales casos, los mayores costos iniciales se ven compensados por las mayores ventas futuras. En este caso, habrá una capacidad ociosa inicial.