1. Generalidades
La globalización económica ha traído entre una de sus consecuencias el derrumbe de muchas fronteras, pero la que sin lugar a duda más se ha derrumbado es la frontera financiera que existía entre los países. La aparición del Euro, como moneda común en Europa supuso un nuevo escenario no solo para los países sino para las empresas transnacionales y nacionales, las cuales ahora pueden buscar alternativas de financiamiento de mayor alcance y mayor plazo a través del Mercado Internacional de Bonos.
Este mercado se desarrolló en el siglo XX a finales de la década de los 60, convirtiéndose en una fuente muy estimada de recursos financieros a largo plazo.
Las obligaciones o bonos de carácter internacional son unos títulos similares a los de carácter nacional, es decir, una parte alícuota de un préstamo a largo plazo reflejado en un título que puede ser endosado.
Se diferencian en que la de tipo internacional puede venir denominada en moneda distinta de la del país emisor, aunque la aparición de nuevas fórmulas e instrumentos hace que esta característica no sea tan claramente diferenciadora; por ejemplo, con la aparición del eurodólar, diversas instituciones de los Estados Unidos efectúan emisiones en dólares y las colocan en Europa para captar dólares a un precio inferior al que les hubiera costado adquirirlos en su propio país.
2. Clases de emisiones
Existen dos clases de emisiones:
Obligación internacional simple: es una emisión en moneda del país donde se coloca la misma, realizada por un prestatario extranjera. Si la emisión es en dólares y se coloca en los EE.UU. recibe el nombre coloquial de «yankee», si en yenes en Japón se denomina «samurai», si en libras en Gran Bretaña «matilda», si en dólares australianos en Australia «canguros», etc.
Euroobligación o Eurobono: la moneda en que se emite es distinta de la del país o del mercado en el que se coloca. Por ejemplo, una emisión de obligaciones de Telefónica en dólares colocada en Gran Bretaña, o una emisión en euros colocada en Rusia.
También pueden emitirse en varias monedas teniendo, en ese caso, el inversor la opción de recibir el principal o los intereses en una de las monedas de la emisión elegida por él. Normalmente, son emitidos por un sindicato internacional. Son unos instrumentos de financiación que dan a sus emisores la flexibilidad de elegir el país en el cual colocarlos de acuerdo a las restricciones legales. Suelen ser muy líquidos.
3. Características
Las principales características de las obligaciones internacionales y de los eurobonos son:
1ª. Su venta se realiza siempre de forma directa a un sindicato bancario, que es el que toma la emisión. En este sindicato aparecen dos figuras: el banco director y los bancos participantes. El primero, asume las mismas funciones que en el crédito, es decir, organiza la emisión de las obligaciones (condiciones, cantidad, plazo, intereses), busca a las instituciones que van a suscribirlas y reparte las obligaciones; estos títulos no se ofrecen directamente al público, aunque éste puede invertir sus ahorros en ellos a través de las instituciones financieras que suscribe la emisión.
No hay banco agente al no ser necesario, pues estas obligaciones suelen estar gestionadas por sus propietarios al ser títulos al portador y que se encuentran repartidas por todo el mundo. El pago de intereses y la amortización se hace directamente con el tenedor de la obligación en cada momento.
2ª. La emisión deberá anunciarse públicamente, apareciendo en dicho anuncio (denominado en español lápida o en inglés tombstone): el beneficiario, la moneda de emisión, la cuantía, el tipo de interés, el vencimiento y los bancos que participan y dirigen la operación.
3ª. Las condiciones específicas de cada obligación se establecen entre el emisor y el sindicato suscriptor. Las condiciones afectan sobre todo al tipo de interés y al vencimiento.
En cuanto al tipo de interés, se utilizan todo tipo de posibilidades:
Interés fijo, si, además, vence en una fecha prefijada se denomina straight o interés variable, es decir, revisable por períodos anuales o superiores, y se toma como base un tipo de mercado, generalmente el Libor, al que se añade un diferencial.
4ª. En cuanto al vencimiento se dan diversas posibilidades: vencimiento único (del total de la emisión, o bullet), amortización anticipada (a elección del obligacionista o put) o forzosa (si lo decide el emisor o call). Pueden existir obligaciones convertibles en acciones de la empresa emisora, o en otro activo financiero emitido por ella; en este caso, generalmente, además de las condiciones de cambio habituales, donde se incluye la forma en la que se van a valorar las acciones (cotización de los últimos meses, los meses tienen 30 días y el año 360 días, etc.), se añade una condición más de conversión, la relativa al tipo de cambio que se va a utilizar a la hora de la conversión, pues las acciones están valoradas en la moneda del país emisor y las obligaciones en la del país donde fue colocada. También existen las obligaciones con warrant, que proporcionan el derecho de adquisición a un determinado precio de es, con separación de la obligación.
5ª. Aunque el plazo normal suele ser de 12 años, el vencimiento de los eurobonos puede extenderse desde los cinco a los treinta años. El valor nominal de cada eurobono suele ser de 1 000 dólares.
6ª. Los certificados y las liquidaciones se suelen realizar a través de Euroclear o Cedel. Euroclear es un sistema de depósito y liquidación informatizado para custodiar, entregar y realizar los pagos de los eurobonos; radicado en Bruselas, pertenece a 120 instituciones financieras y es administrado por Morgan Guaranty. Semejante al anterior es Cedel, que situado en Luxemburgo tiene más de 1 000 miembros.
7ª. Hay varias formas de cotizar los eurobonos, sobre todo en lo referente al problema del cupón corrido, es decir, la parte del cupón que pertenece al vendedor del bono1. Por regla general, aunque hay más excepciones de las deseadas (como las obligaciones convertibles, las indiciadas o los FRNs) es que aparezca en la cotización por un lado el precio del bono (como un porcentaje del valor nominal del eurobono) y por otro lado el cupón corrido. En cuanto a la forma de calcular dicho cupón corrido, el más extendido es el sistema americano, es decir, el año tiene 12 meses de 30 días y, por tanto, un año 360 días.
Sin embargo, en países como Gran Bretaña, Japón y Canadá se calculan los días reales. El cálculo del precio teórico de los eurobonos que pagan cupones anualmente, suele hacerse aplicando la fórmula de la AIBD (Association of Internacional Bond Dealers):
Las principales monedas en las que se realizan las emisiones de eurobonos son: el dólar norteamericano, euro, yenes japoneses, libras esterlinas y francos suizos. Por otra parte, hay que observar el mercado de los denominados bonos dragón, que son emisiones semejantes a los eurobonos pero realizadas en Asia y que cotizan sólo en mercados asiáticos no japoneses (Hong Kong, Singapur y Taiwán, principalmente). Comenzaron su existencia en 1991 con una emisión del Banco Asiático de Desarrollo (ADB) que tenía un nominal de 300 millones de dólares.
4. Ventajas
Este tipo de obligaciones tiene una serie de ventajas sobre las nacionales, desde el punto vista del emisor:
- Acuden a un mercado con mayor capacidad de absorción.
- Tienen una mayor libertad y flexibilidad al no existir una legislación a nivel internacional, una vez autorizada su emisión por el propio país. El único trámite es la garantía, pues el sindicato no admitirá una emisión que no esté respaldada por el Estado o por un grupo de instituciones financieras de reconocida solvencia.
- Los intereses son inferiores a los de las emisiones nacionales. Aunque esto es relativo puesto que el tipo de interés nominal puede sufrir alteraciones derivadas de variaciones en el tipo de cambio, así como por la aparición de unas sobretasas más o menos explícitas.
- Los costes de emisión suelen ser más bajos debidos a que los costes fijos, al ser la emisión de gran volumen, se reparten más.
- El mercado internacional está dispuesto a aceptar vencimientos más largos, debido a las garantías de la emisión.
Y desde el punto de vista del tenedor:
- Una ventaja importante es la ausencia de retenciones fiscales sobre esos títulos, además de que hay una mayor facilidad para mantener el anonimato.
- Son títulos de gran liquidez y fáciles de enajenar. A veces se cotizan en algunos mercados de valores, pero no suele ser frecuente ni siquiera necesario para mantener su liquidez, pues los bancos los toman inmediatamente por su fácil colocación.
- Ofrecen una gran seguridad.
5. Los FRN’s (Floating Rate Notes)
Son eurobonos de interés variable, es decir, sus cupones se fijan periódi camente con relación a un índice de tipos de interés a corto plazo determinado (en el euromercado se suele utilizar el Libor-6 meses). Su éxito radica en que ofrecen una solución adecuada a la volatilidad de los tipos de interés, característica ésta que desanima a los inversores a comprometer fondos a largo plazo a tipos de interés fijo.
5.1. Características de los FRN’s
- Tipo de interés flotante: Libor a seis meses más un diferencial. El tipo de interés suele estar alrededor del 0.25% sobre el Libor. Los cupones se pagan cada seis meses.
- Instrumentación en títulos-valores que se ofrecen al público en el mercado internacional de capitales.
- Existencia de fondos de amortización (sinking funds) y de rescate (parchase funds). Con un vencimiento entre 5-7 años.
- Cotizable en Bolsa.
- Facilidad de transmisión.
Desde el punto de vista del prestatario:
- Es una forma de conseguir recursos a largo plazo.
- Es una fuente alternativa de recursos
5.2. Tipos de FRN’s
- Capped FRN’s. Emisiones de FRNs que incorporan tipos de interés máximos (cap).
- Convertible FRN’s. Convertible en un bono a largo plazo y con tipo de interés fijo, a opción del inversor.
- Drop-lock FRN’s. Cuando el tipo de interés a corto plazo cae por debajo de un límite especificado se convierten automáticamente en bonos con interés fijo.
- Extendible notes. El tipo de interés es ajustado cada dos años según un índice de mercado. El inversor puede revender los bonos al propio emisor (opción de venta o put) a la par cada dos años. Y el emisor puede pagar un tipo por encima del índice para animar a los inversores a mantener su inversión.
- Inverse FRN’s. Pagan intereses en una relación inversa a los movimientos en el tipo de interés de referencia (por ejemplo, si el Libor aumenta el tipo del FRN desciende).
- Minimax FRN’s. Tiene un tipo de interés mínimo pagable (floor) y uno máximo (cap).
Este tipo de emisión permite, tanto al emisor como al inversor, una determinada protección contra el riesgo del tipo de interés.
- Mismatched FRN’s. En los que el período de pago del interés es, por ejemplo, de seis meses, pero el tipo de interés se ajusta con mayor frecuencia (cada mes o tres meses).
- Perpetual FRN’s. No tienen una fecha fija de amortización
- Puttable perpetual FRN’s. Un FRN perpetuo que es amortizable a opción del inversor después de transcurrido un período determinado.
- Serial FRN’s. Son FRN’s que llevan además del cupón para el cobro de intereses, otro cupón para el cobro de amortizaciones estipuladas.
- Step-down FRN’s. Un FRN a muy largo plazo (30 años) con cupón declinante con relación al tipo de interés de referencia.
Después de transcurrido un período determinado es amortizable a opción del emisor.
5.3. Inversores en FRN’s
Los directores financieros y tesoreros de las empresas suelen preferir las inversiones en bonos de renta fija debido a su aversión a las pérdidas de capital, por lo que los FRN’s no son una alternativa donde invertir sus depósitos. De hecho, suelen considerarlos como una forma de mantener alguno de sus activos en forma líquida para hacer frente a desembolsos inesperados durante un período indeterminado.
Las compañías de seguros y los fondos de pensiones suelen mantener activos líquidos a corto plazo disponibles para hacer frente a pagos inesperados casi inmediatamente, pero invierten la parte más estable de sus activos en bonos de renta fija, puesto que prefieren conocer con la mayor exactitud posible su rendimiento futuro. Esto explica su gusto por las inversiones a largo plazo que pagan intereses fijos. Ahora bien, como es sabido si los tipos de interés suben, el valor de los bonos de renta fija desciende y si dicho tipo de empresas se ven obligados a vender algunos de ellos en ese momento (porque tengan que pagar más pensiones de las esperadas, o hacer frente a grandes siniestros) sufrirían grandes pérdidas; por ello, una parte de las carteras de sus inversiones en bonos suele estar compuesta por FRN’s que actúan como protección contra el ascenso de los tipos de interés.
Los fondos de inversión suelen operar en los mercados de FRN’s por dos motivos:
a) Porque su objetivo es conseguir el mayor rendimiento posible de sus inversiones (los fondos de pensiones y las compañías de seguros tienen como objetivo primordial hacer frente a los pagos que son la razón de ser de sus nombres);
b) Estas carteras son dirigidas por los gerentes más hábiles y competentes, lo que hace que tengan total libertad de operar en el mercado que gasten con tal de cumplir sus objetivos. El FRN cumple aquí una función importante puesto que si se espera que los tipos de interés asciendan es mejor invertir en bonos de renta variable, mientras que si se esperase un descenso de los mismos lo mejor sería invertir en emisiones a largo plazo de renta fija.
Por último, los bancos suelen mirar a los FRN’s no como una inversión para conseguir un rendimiento, sino como una inversión cuyo objetivo es aprovecharse de los diferenciales (spreads), es decir, para ellos la discusión no se centra en interés fijo «versus» interés variable, sino en si el diferencial que ellos obtienen al tener FRNs es acorde a sus requerimientos y si supera a los de otras inversiones a corto plazo.
El FRN, por tanto, ayudará a maximizar el rendimiento de los activos de la entidad, pero sólo hasta un cierto punto puesto que, para ésta, son un activo líquido indicado para posiciones a corto plazo que conlleva un cierto riesgo de pérdida (si los tipos caen), el cual deberá ser constreñido dentro de unos límites muy estrictos.
Muchos bancos han creado carteras de FRN’s que se financian a través de los recursos obtenidos en el mercado interbancario y cuyo objetivo suele ser la maximización de los diferenciales. Para ello, utilizan su potencial de endeudarse en el mercado interbancario para financiar sus carteras de tipos variables, lo que les da un diferencial por encima de dicho mercado. Además de su liquidez, la diversificación de la cartera de tipos variables emitidos en divisas de diferentes países, así como el incremento de la presencia de los FRN’s en los mercados de capitales y su utilización en operaciones de permuta financiera, que les ha permitido obtener ventajosos diferenciales, han hecho muy atractiva la inversión en este tipo de emisión desde el punto de vista bancario.
5.4. La valoración de los FRN’s
Para los inversores, la característica más atractiva de los FRN’s es el hecho de que suelen ser revalorados cada seis meses (o cuando se pague el cupón), por ello conllevan una cierta protección del principal contra el riesgo de variación de los tipos de interés.
Cada FRN tiene unas características distintivas de negociación, que pueden ser atribuidas a las diferencias existentes en el diferencial entre su cupón y el Libor, en las fechas de maduración y en la frecuencia con las que su cupón es recalculado. Los FRNs de mayor plazo son relativamente menos líquidos que los de menor plazo debido a que los bancos suelen concentrarse en préstamos y endeudamiento a tipo variable a corto plazo, por ello tienden a ser más volátiles.
Esta mayor volatilidad también se nota en los FRN’s cuyos cupones se recalculan semestralmente en comparación con los que lo hacen cada trimestre. Hay un gran número de métodos de valoración de los FRN’s, por ello sólo mostraremos las más simples.
La más simple consiste en dividir el cupón recibido por el precio de adquisición, claro que esto supone que no hay ni ganancias ni pérdidas de capital a lo largo del período considerado, además de suponer que cuando sea recalculado el cupón va a serlo a la par con el índice indicado (Libor, por ejemplo) cuando esto no tiene porque ser así. Una fórmula más precisa calcula el rendimiento hasta la renovación del cupón (return to rollover),
Un método común de valoración de los FRN’s empleado por los bancos se centra en el margen sobre el Libor. La medida más simple (el margen simple) consiste en tomar el diferencial del cupón sobre el Libor (D) y añadirle la amortización del precio del FRN (P) descontado de la par sobre el plazo restante hasta su maduración (T).
5.5. La duración modificada de los FRN’s
La duración modificada es una medida del riesgo de interés, es decir, de cuánto varía el precio del activo ante una variación de un 1% (ó 100 puntos básicos) del tipo de interés.
En el caso de los FRN’s, la única variación del precio del bono se puede deber a que durante el período de seis meses que resta hasta el siguiente pago del cupón, el tipo de interés varíe; en todo caso, el impacto en el precio es muy pequeño (su duración modificada está próxima a cero). Una vez que se ha establecido el nuevo cupón, el FRN se comporta como un bono ordinario con cupones fijos con vencimiento inferior a un semestre (si paga cupones semestrales). Concretemos, digamos que queda para su vencimiento una fracción w de un período semestral, entonces la relación entre el precio del bono y su rendimiento (r) es la siguiente (donde C es el cupón semestral y 100 es el valor nominal del bono).
5.6. Ecp (Eurocommercial Paper)
El ECP es un instrumento perteneciente al mercado de deuda a corto plazo o mercado de dinero. Este último posibilita la gestión eficiente del fondo de rotación, tanto por parte del emisor, como por parte del inversor. Los prestatarios utilizan este mercado para financiar su activo exigible y las necesidades estacionales de fondos.
Volviendo al ECP, éste es una emisión de pagarés negociables con vencimiento a corto plazo. Sus características más importantes son:
- Los vencimientos son flexibles, siendo fijados por el emisor en el momento de su emisión. Suelen ser desde 2 a 365 días aunque, normalmente, no superan los 180 días. A base de un sistema de renovación (roll-over) se puede aumentar cuanto se quiera la vida del ECP.
- El valor nominal de los títulos es bastante más alto que en el caso de los eurobonos, puesto que un ECP viene a valer 100.000 dólares, esto hace que el mercado de ECP esté dominado por grandes inversores.
- Las emisiones de ECP no están aseguradas.
- Por lo general, pero no siempre, se emiten al descuento. El rendimiento del instrumento se refleja en la diferencia entre el precio descontado y el valor nominal al que será reembolsado. El ECP se cotiza en el mercado secundario sobre una base de rendimiento más que como un precio expresado como porcentaje del nominal.
- Se emite en una divisa distinta a la del país de la institución emisora (por ejemplo, una empresa de los Estados Unidos emite bonos a corto plazo denominados euros a través el mercado monetario internacional para financiar su inventario).
6. Mecanismos de emisión
Subasta (tender panel). Un grupo de agentes hace ofertas sobre el ECP. Estas ofertas son satisfechas según su coste-eficacia y ningún agente tiene la seguridad de que su oferta sea la ganadora antes de la emisión.
Intermediación financiera (dealership). El emisor selecciona a uno o más dealers (suelen ser bancos de inversión) para que intenten mediante un sistema de venta al mayor esfuerzo (cobra una comisión por vender todos los títulos que pueda –best effort selling) colocar directamente a los inversores su emisión de ECP, en las condiciones marcadas por él.
Emisión directa. El emisor realizará la función del intermediario financiero por sí mismo, vendiendo los pagarés directamente a los inversores (Esto sólo suele ser hecho por grandes multinacionales).
6.1. Ventajas y limitaciones
Ventajas
- Los emisores pueden obtener fondos más baratos que con los créditos o préstamos bancarios.
- Flexibilidad, puesto que el emisor puede diseñar el vencimiento del instrumento financiero de acuerdo con sus necesidades de fondos.
- El inversor puede diversificar sus fuentes de financiación.
- Un programa ECP es usualmente más barato que emitir euronotas, porque el emisor no tiene que pagar comisiones de aseguramiento.
- Debido al amplio rango de vencimientos de los ECP, los inversores pueden encontrar un instrumento que se ajuste a sus requerimientos.
- Como los pagarés son reembolsados en un tiempo inferior al año, los inversores sólo están expuestos a un riesgo de crédito a corto plazo, existiendo menos riesgo que en el caso de los FRN.
Limitaciones
- Como los ECP no están asegurados, el emisor no puede garantizar que podrá colocar los pagarés a los inversores y conseguir los fondos requeridos.
- Si el emisor desea amortizar los ECP sin realizar otra emisión de los mismos, para obtener los fondos necesarios, necesitará una línea de crédito o préstamo bancario lo que puede resultar bastante caro.
- El alto valor nominal de los pagarés (100.000 $/título) hace al ECP poco atractivo para el inversor.
5.7. Euronotas (Euronotes)
Las euronotas están aseguradas (underwritten) por uno o más bancos de inversión, lo que implica que el emisor recibirá su financiación si los inversores no adquieren el papel, puesto que los aseguradores lo comprarán o, en su defecto, extenderán una línea de crédito al prestatario.
Las euronotas se emiten, por lo general, en vencimientos fijos de uno, tres y seis meses; su valor nominal suele ser de 500.000 dólares, por lo que los inversores institucionales o profesionales suelen dominar dicho mercado. Las emisiones de euronotas se suelen realizar a través de una subasta (tender panel),
Procedimiento de la emisión de los NIFs: Tender panel
NIF (Note Issuance Facility)
Es el tipo de euronota más conocido y podemos definirlo como un compromiso legalmente vinculante, suscrito a medio plazo, en virtud del cual un prestatario puede emitir papel a corto plazo en nombre propio, pero en el que los bancos que desempeñan el papel de aseguradores (underwriters) se comprometen tanto a adquirir todos aquellos títulosvalores que el prestatario haya sido incapaz de colocar, como a la provisión de créditos stand-by (que es un acuerdo con uno o más bancos por la que éstos se comprometen a mantener una determinada cantidad de fondos disponibles para el prestatario durante un cierto tiempo).
El compromiso NIF se acuerda habitualmente para un plazo que oscila entre cinco y siete años, en el cual la financiación se instrumenta a través de emisiones sucesivas, que frecuentemente consisten en períodos de vencimiento de tres y seis meses.
En lugar de realizar un préstamo de dinero, como ocurre en el caso de los créditos sindicados, el responsable del acuerdo NIF proporciona la provisión de un mecanismo que le permite colocar pagarés y títulos en manos de otros inversores, en la medida en que existe demanda de fondos.
El riesgo crediticio a corto plazo es asumido por los tenedores de pagarés, quienes soportarán las pérdidas en caso de que el prestatario incumpla el compromiso con anterioridad a la fecha de vencimiento de los títulos.
Por otro lado, el riesgo crediticio a largo plazo será para las instituciones financieras aseguradoras, quienes deberán afrontar el riesgo de prestar a un solicitante que haya perdido la confianza de los inversores.
Otros tipos de euronotas
A parte de los NIF, los principales tipos de euronotas son:
- RUF (Revolving Underwriting Facility). Es una variante del NIF que tiene la característica de que separa las funciones de aseguramiento de las de distribución. La emisión de pagarés está asegurada por un grupo de bancos, de tal manera que, si la subasta fracasara, los bancos aseguradores deberían adquirirlos.
- SNIF (Short term NIF). Es un término utilizado para los NIF con pagarés a corto plazo.
- TRUF (Transferable RUF). Un RUF en el que el acuerdo de aseguramiento del mismo por parte de los bancos es transferible.
- Línea de crédito con diversas opciones (Multiple component facility). Permite al prestatario el retirado de fondos a través de múltiples fórmulas, incluyendo anticipos o préstamos a corto plazo, líneas de crédito, aprobaciones bancarias, etc., habiendo sido incluidas todas ellas en los compromisos NIF.
Ventajas y limitaciones
Ventajas
- Las euronotas pueden ser una fuente de financiación más barata que los créditos bancarios.
- Como las euronotas están aseguradas, el inversor tiene la garantía que recibirá los fondos.
- Al ser las euronotas emitidas a través de una subasta, el proceso competitivo de
- ofertas hará que el papel sea emitido al menor coste posible.
- Debido al amplio rango de vencimientos de las euronotas, los inversores pueden encontrar un instrumento financiero que se ajuste a sus requerimientos.
- Como los pagarés son reembolsados en un tiempo inferior al año, los inversores sólo están expuestos a un riesgo crediticio a corto plazo, existiendo menos riesgo que en el caso de los FRN.
Limitaciones
- Las euronotas suelen ser más caras que los ECP debido a la necesidad de pagar unas comisiones a los bancos de inversión, que aseguran la operación.
- Los vencimientos de las euronotas suelen hacer a éstas menos flexibles que el ECP.
- La utilización de una subasta implica que el emisor puede no conocer el coste del préstamo hasta la fecha de emisión.
El riesgo de insolvencia y la calificación de los prestatarios
Cuando un prestatario decide acudir al mercado internacional deberá tener en cuenta que los prestamistas lo primero que van a analizar de él es el grado de riesgo de insolvencia que tiene.
Esto es, el riesgo de que el prestatario o emisor no pague los intereses o el principal a que se había obligado en el contrato de emisión de los títulos.
Este riesgo afecta al tipo de interés de los bonos, de hecho, a mayor riesgo, mayor será el interés exigido por los inversores. Dicho riesgo es valorado internacionalmente a través de una serie de empresas de calificación o rating independientes, las cuales puntúan la capacidad y probabilidad de pagar los intereses y el principal de la deuda de las compañías calificadas a través de una notación.
Las tres más conocidas son Standard & Poor’s, Moody’s e IBCA (Interbank company analysis).
Las principales calificaciones aparecen en la tabla que se muestra a continuación, en la que podemos observar cómo los bonos son calificados como «inversión » o como «especulación» 3 (o «no inversión»), según que igualen o superen, o se encuentren por debajo de la calificación de Baa para Moody’s o de BBB para S&P. Si se trata de valorar el riesgo de insolvencia a corto plazo (papel comercial has ta 360 días) S&P tiene las siguientes calificaciones de mejor a peor: A-1, A-2, A-3, B, C y D (éstas dos últimas indican alta probabilidad de insolvencia).
Para calificar a una empresa se estudia principalmente:
- El equipo directivo. Historial de la empresa, situación actual y perspectivas futuras, así como el estudio de la trayectoria personal de cada componente del mismo.
- Posición en el mercado. Dimensión de la empresa, antigüedad, cuota de mercado, líneas de productos y el sector en el que opera.
- Posición financiera. Liquidez actual, acceso a la financiación, volumen de endeudamiento, comparación entre los vencimientos de sus inversiones y de sus deudas, las cláusulas de protección (covenants) de su capacidad de endeudamiento o de venta de activos.
- Plan de actividades. Comprobación de la adecuación de las políticas del grupo de gestión y juzgar su consistencia con respecto al tipo de mercado en el que opera y a su posición financiera.
Las calificaciones de las emisiones empresariales de deuda están asociadas, principalmente, con bajos apalancamientos financieros, pequeñas variaciones en los beneficios de la empresa a lo largo del tiempo, un mayor tamaño de la empresa y la falta de deuda subordinada.
La obtención de una calificación por parte de una empresa le proporciona a ésta una serie de ventajas como, por ejemplo, el prestigio en la comunidad financiera internacional, lo que le facilitará unos menores costes financieros a la hora de emitir deuda y facilitará la liquidez de la misma desde el punto de vista de los inversores.
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