La primera parte de la campaña de naranjas y mandarinas españolas está ya terminando y empezando el cambio al segundo tramo con diferentes variedades. La demanda de naranja Navelina se vio resentida por los altos precios y la baja calidad, mientras que las clementinas y mandarinas se han defendido bien.
“Estamos ahora rematando las últimas Navelinas y empezando con las primeras Navel, una variedad que algunos clientes prefieren saltarse y empezar directamente con Lane Late a partir de mediados de enero”, cuenta Miguel Agustín, director comercial de Nostra Fruita y La Nostra Valencia.
“Aunque es cierto que los volúmenes han sido mucho más bajos este año, no hemos llegado a tener falta de producto. Las ventas empezaron muy fuertes a finales de octubre y las primeras semanas de noviembre, ya que las naranjas del hemisferio sur terminaron un poco antes y la cosecha española, con una producción notablemente más baja, se retrasó”, recuerda Miguel Agustín.
“No obstante, a partir del 20 de noviembre y hasta la segunda semana de diciembre, las ventas cayeron debido a la falta de calidad y los altos precios, entre un 20 y un 25% por encima de los de la campaña pasada. En esta campaña ha habido más reclamaciones, ya que la fruta presenta una forma picuda poco atractiva, tanto en las producciones de Andalucía como, en menor medida, en la Comunidad Valenciana”, explica el especialista en la compraventa de cítricos. “La bajada en la demanda de Navelinas ha hecho que la oferta se alargue hasta estas fechas”, añade.
La Nostra Fruita y La Nostra Valencia proveen a cadenas de supermercados, mayoristas de mercados y almacenes de distribución, empresas de canal horeca y colectividades, máquinas de zumo y otras especializadas del sector en toda la geografía nacional, mientras que alrededor de un 10% de sus ventas se destinan a la exportación.
Por lo que respecta a las mandarinas, Miguel Agustín está satisfecho con la campaña de satsumas, que han terminado esta semana. “Estamos contentos con la temporada de satsuma, que trabajamos de la mano de proveedores especialistas. Se trata de un producto para canales y clientes muy específicos y, por tanto, si su oferta creciese, costaría venderla”.
La demanda de clementinas, pese a que están siendo más caras este año, se ha mantenido alta en comparación con las naranjas. “Seguimos disponiendo de Clemenules, cuyos volúmenes han terminado siendo más altos de lo previsto. Ha habido una producción de calidad y buenos aprovechamientos al principio, aunque las temperaturas más altas de lo habitual durante noviembre y diciembre han dado lugar a muchos lotes de fruta blanda, que se ha destinado a segundas categorías o directamente a la industria de procesado”, indica Miguel Agustín.
“Llevamos unas dos semanas recolectando Clemenvilla, que este año presentan una muy buena calidad, aunque en comparación con el año pasado, no está habiendo una demanda tan alta porque todavía hay Clemenules en los mercados”, señala el operador. “Esto ha hecho que resulte difícil venderlas dados los altos precios que se pagaron en campo hasta hace más de un mes. Se espera, no obstante, que la semana que viene se haga el cambio definitivo de Clemenules a Clemenvilla”.
“También en breve empezaremos con Leanri, una variedad que de algún modo sucede a Clemenvilla por tener atributos similares y por la que estamos apostando desde hace 3 campañas”, continúa Miguel Austín. Aunque costó un poco introducirla al principio, está dándonos muy buenos resultados gracias a su calidad gustativa y buenos calibres. Para otro tipo de clientes, también trabajamos con la variedad Sando, de muy fácil pelado y cuyas características se asemejan más a la Clemenules. Este año volvemos a ampliar volúmenes tanto de Leanri como de Sando”.
“Prevemos que habrá una buena cosecha de las variedades Tango y Nadorcott, así como de Orri, aunque predominarán los calibres pequeños y medianos”, avanza el director comercial de Nostra Fruita y La Nostra Valencia.
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Miguel Agustín
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