FAKE NEWS

“En los tiempos actuales se vive un ambiente en el que proliferan en muchos medios de comunicación las noticias engañosas en su mayoría en medios digitales como redes sociales. Esto genera un gran problema para la opinión pública”. (Vicente, 2020)

Por otro lado, las redes sociales son medios que utilizan los sitios web y aplicaciones por las cuales los usuarios y organizaciones pueden compartir información. De este modo, las personas en general pueden relacionarse entre sí con otras que pueden estar en su misma área como en otro territorio con las que pueden compartir y/o comunicarse. En la actualidad, las redes sociales se han convertido en uno de los medios más utilizados por las personas. (Vicente, 2020)

Por otro lado, las redes sociales en línea dependen de la tecnología y la conectividad a Internet. Los usuarios pueden acceder a los sitios de redes sociales utilizando sus PC, tabletas o smartphones.

“La utilización de las redes sociales ha logrado una permuta radical en lo que concierne al modo en que las personas acceden, consumen y difunden noticias; actualmente, los usuarios de las redes sociales más conocidas como Twitter o Facebook usan estas plataformas a manera de una forma de informarse de las noticias; en gran parte, el motivo de esta variación mayormente se fundamenta en el interés por edificar grupos”. (Servimedia, 2018)

En las redes sociales existen millones de personas que comentan y dan sus opiniones acerca de diversos temas, de tal manera que se integran y tratan de afianzar a través de la propagación de noticias. Este manejo puede originar las llamadas “cámaras de eco”, que responden a burbujas digitales en las cuales los mismos usuarios propagan noticias que sustenten sus creencias e ideas, y que son espacios propicios para la divulgación de las fake news.

Si bien Facebook puede suponerse como la red social más importante o de mayor relevancia a la hora de construir esta clase de comunidades, es Twitter, el medio por el cual las noticias falsas se divulgan con mayor fluidez pues son mas accesibles para cualquier persona. (Vicente, 2020)

 

En el pasado, la información se filtraba a través de medios tradicionales como periódicos y revistas, por un lado, y boletines de televisión y radio por el otro. Estos medios estaban obligados por normas legales y profesionales a informar sobre los hechos, aunque, en el caso de la prensa escrita en particular, eran libres de “tergiversarlos” de acuerdo con sus diferentes afiliaciones políticas. La gente los lee para entretenerse, no para informarse. Las noticias genuinas estaban reservadas a las marcas de noticias creíbles, y la mayoría de la gente sabía dónde encontrar las cosas reales (Guides, 2022).

El problema es que hoy en día muchas personas en las democracias occidentales (algunas encuestas incluso dicen que la mayoría) no comparten noticias de una empresa confiable, las obtienen directamente de las redes sociales, donde no hay filtros de verdad ni barreras obvias entre hechos reales y hechos de ficción.

 

El tema de las “noticias falsas” ha sido un tema dominante en los titulares durante varios años. Sin embargo, es importante reconocer que las “noticias falsas” son un problema complejo y matizado, que es mucho mayor que la definición limitada anterior. El término en sí se ha politizado y se usa ampliamente para desacreditar cualquier punto de vista opuesto. Algunas personas lo usan para poner en duda a sus oponentes, temas controvertidos o la credibilidad de algunas organizaciones de medios. Asimismo, los avances tecnológicos, como el arribo de las redes sociales, y el contexto facilitan que las fake news se dispersen de manera rápida y fácil, pues esto solo depende de que los usuarios comparten más y más información en línea. Cada vez más, dependemos de la información en línea para entender lo que está sucediendo en nuestro mundo (Guides, 2022).

El universo de las “noticias falsas” es mucho más grande que las simples noticias falsas. Algunas historias pueden tener una pizca de verdad, pero carecen de detalles contextualizadores. Es posible que no incluyan ningún hecho o fuente verificable. Algunas historias pueden incluir hechos verificables básicos, pero están escritas con un lenguaje deliberadamente incendiario, omiten detalles pertinentes o solo presentan un punto de vista. Las “noticias falsas” existen dentro de un ecosistema más grande de información errónea y desinformación (Guides, 2022).

 

La desinformación se produce por una variedad de razones complejas: a) los actores partidistas quieren influir en los votantes y los legisladores para obtener ganancias políticas o para influir en el discurso público (por ejemplo, difundir intencionalmente información errónea sobre el fraude electoral); b) más clics significa más dinero. Algunas noticias las crean personas que desean generar clics para obtener ganancias financieras, independientemente del contenido; c) los partidos políticos quieren promover su propia propaganda; los satíricos quieren dejar claro un punto o entretenerte, o ambas cosas.

Asimismo, las líneas borrosas entre noticias y entretenimiento y la explosión de sitios de noticias, así como la presión del ciclo de noticias de 24 horas, pueden contribuir a una redacción de mala calidad que no sigue los estándares o la ética periodística profesional (Minnesota, 2011).

 

La facilidad tecnológica de copiar, pegar, hacer clic y compartir contenido en línea ha ayudado a que prolifere la información errónea y la desinformación. En algunos casos, las historias están diseñadas para provocar una respuesta emocional y se colocan en ciertos sitios (“sembrados”) para atraer a los lectores a compartirlas ampliamente. En otros casos, los artículos de “noticias falsas” pueden ser generados y difundidos por “bots”: algoritmos informáticos que están diseñados para actuar como personas que comparten información, pero que pueden hacerlo de forma rápida y automática (Minnesota, 2011).

 

“Según una investigación realizada por la red social Twitter, las noticias falsas tienen un 70% más de retuits que las informaciones verdaderas; esta investigación, redactado en la revista Science, mostró una serie de resultados en la que se observa la gran fluidez con la que las noticias falsas se divulgan en esta red social, asimismo es importante recalcar que las noticias falsas de carácter político son las que logran tener una mayor difusión” (Servimedia, 2018).

 

Asimismo, en este estudio se observó que “a las informaciones verdaderas les lleva mucho más tiempo; aproximadamente 6 veces más que a las noticias falsas en alcanzar a 1,500 personas; en lo relacionado a las noticias falsas de índole política, estas se propagan entre el doble de personas y en una tercera parte del tiempo; es decir se propagan en un número mayor de usuarios y en un menor tiempo”.  (Servimedia, 2018).

Marco histórico

La producción de información no es algo desconocido; la periodista Nougayrède integrante del diario The Guardian mencionó, “La utilización de la comunicación es lejano, pero en épocas pasadas no se tuvo una tecnología tan eficiente para divulgarla.” (Nougayrede, 2018).  Consecuentemente, “Es imprescindible que comprendamos la trama histórica cuando examinamos y reportamos sobre expresiones contemporáneas de lo que se ha sindicado como el desarreglo informacional del siglo XXI”. (Wardle C. &., 2017).

 

La desinformación ha sido parte de la comunicación desde tiempos de la era de los romanos, pues cuando Marco Antonio entablo relaciones con Cleopatra; Octavio divulgó una propaganda en contra de Marco Antonio con el objetivo de devastar su imagen. Dicha campaña fue elaborada en base a frases cortas que se tallaban en monedas, casi como un antiguo tuit (Kaminska, 2017) “Estas frases talladas en monedas reportaban a Marco Antonio como un mujeriego, un alcohólico y también como un mero pelele de Cleopatra. Luego, Octavio se transformó en Augusto, el primer emperador de Roma, y sus estrategias de divulgar información falsa le permitió tajar el sistema republicano de una vez por todas” (Kaminska, 2017).

 

“La aparición de la imprenta de Gutenberg en el año 1493 incrementó dramáticamente la divulgación de las noticias falsas; esta generó la primera gran fake news, la que también fue llamada como ‘El Gran Engaño de la Luna’ (‘The Great Moon Hoax’) de 1835, en la cual el diario New York Sun anunció seis reseñas sobre la vida en el satélite de la tierra; la luna, e incluso propagó imágenes de seres con apariencia de murciélagos, seres humanos y unicornios azules con barbas” (Thornton, 2000).

 

“En este sentido, las guerras, cambios de régimen y los desastres se erigieron como indicadores para la divulgación de noticias falsas. Por otro lado, las noticias de carácter sarcástico, se divulgaron en todos los medios como radio y televisión de tal manera que llegaron a ser confundidas con noticias reales. Por otra parte, la aparición del internet, y luego las redes sociales, han aumentado astronómicamente los peligros de la divulgación de noticias falsas; dichas publicaciones falsas ahora son divulgadas más fácilmente”, (See Posetti, 2018) mientras que “las informaciones de carácter sarcásticas y engañosas son habitualmente mal entendidas y propagadas como información real”. (Woolf, 2016).

 

En nuestro país podemos encontrar en los mitos algunos predecesores de los fake news, existieron desde siempre como así lo registraron los cronistas de la colonia desde el propio nombre del rio que cruza la ciudad capital el Rímac es conocido como el que habla o rio hablador y ello hacia alusión a la abundancia de rumores en esta ciudad. Esta condición fue siempre utilizada en la comunicación política peruana son conocidas como cortinas de humo los rumores malintencionados que han operado a lo largo de nuestra historia hasta llegar a la prensa llamada “chicha” durante el gobierno del expresidente Alberto Fujimori.

Bases teóricas

Las fake news consisten en la propagación de noticias falsas que generan un peligroso círculo de desinformación. Las redes sociales como Facebook y Twitter conceden a los miembros ser generadores y consumidores de contenidos al mismo tiempo, y han concedido la propagación de noticias falsas, engañosas o fabricadas. De esta manera se crea un circuito vicioso, y la noticia falsa se reproduce miles e inclusive millones de veces en cuestión de segundos.

 

El término noticias falsas significa “noticias que de manera intencional son falsas y son fácilmente verificables como fake news” (Allcott, 2017) diseñados para manejar las percepciones de los individuos sobre hechos, eventos y declaraciones reales. Se trata de artículos presentados como noticia a pesar de que su promotor sabe que es falsa en base a hechos demostrablemente incorrectos, o declaraciones o eventos que verificablemente no sucedieron.

La definición puede parecer un poco vaga, pero es importante. La gente ha usado el término “noticias falsas” para referirse a cosas diferentes. Esta definición elimina los errores de informes no intencionales, los rumores que no se originan en un artículo de noticias, las sospechas/interpretaciones/teorías de conspiración, la sátira y los informes sesgados (pero no falsos).

También deja de lado las acusaciones radicales de los principales medios de comunicación. El expresidente Donald Trump tenía su propia definición de noticias falsas, etiquetando “noticias falsas” como la información de cosas no halagadoras que parecían distraer o insignificantes, y especialmente informes que lo retrataban de manera negativa en lugar de resaltar los éxitos que pensó que deberían haberse logrado. más prominente.

En el campo de la comunicación institucional y política, las noticias falsas se utilizan en forma orquestada. campañas que se basan en tecnología e inteligencia artificial. La propaganda computacional se refiere al “conjunto de prácticas realizadas por programas informáticos para persuadir sobre la bondad de ideas, personas o iniciativas” (Redondo, 2016).

Su articulación se ha generalizado en los últimos años y los gobiernos han desarrollado equipos de profesionales que generan o contrarrestan dichas campañas. (Bradshwa & Howard, 2017).

La difusión de estos contenidos nocivos se ve reforzada por el uso de bots y granjas de trolls, gestionados por agencias que realizan propaganda negra encubierta. Tales acciones se han asociado con los gobiernos, como la rusa, que ha sido acusada de orquestar campañas para interferir en las elecciones presidenciales en EEUU y Francia (Calero, 2018).

Colom argumenta que una de sus características secundarias es “la explotación efectiva de propaganda e información para difundir mensajes, generar narrativas que sustenten sus propósitos y erosionar las opiniones públicas de sus oponentes” (Colom, 2018).

Los tipos de fake news (información falsa) considerados en la presente investigación son los señalados por la organización First Draft (Wardle, 2017), la cual definen siete tipos de fake news.  La organización First Draft se formó como una coalición sin fines de lucro con nueve socios fundadores en junio de 2015, brindando orientación práctica y ética sobre cómo encontrar, verificar y publicar contenido procedente de la web social. En septiembre de 2016, se expandió para convertirse en una red internacional de socios de redacciones, universidades, plataformas y organizaciones de la sociedad civil. De acuerdo a ellos y en y en función a los objetivos de la presente investigación se desarrolla cada uno de ellos:

 

Contenido fabricado: Este tipo de contenido puede tener formato de texto, como los “sitios de noticias” completamente fabricados, como WTOE News, el autoproclamado sitio de noticias de fantasía que publicó una noticia que sugería que el Papa había respaldado a Donald Trump para presidente. O puede ser visual, como fue el caso cuando se creó un gráfico que sugería incorrectamente que la gente podía votar por Hillary Clinton a través de SMS (Haltiwanger, 2016). Estos gráficos estaban dirigidos a las comunidades minoritarias en las redes sociales en el período previo a las elecciones presidenciales en los EE. UU.

 

El agente que crea un mensaje inventado puede ser diferente del agente que produce ese mensaje, quien también puede ser diferente del “agente” que distribuye el mensaje. Del mismo modo, existe la necesidad de una comprensión profunda de quiénes son estos agentes y qué los motiva (Educational, 2018).

 

Finalmente, es necesario considerar las tres “fases” diferentes del “desorden de la información”: creación, producción y distribución. “Es importante tener en cuenta las diferentes fases de un caso de “desorden de la información” junto con sus elementos porque el agente que dirige el contenido a menudo está separado de los productores y difusores”. (Educational, 2018)

Contenido manipulado: “El contenido manipulado es cuando el contenido genuino se manipula para engañar”. (Haffajee, 2017). El término «manipulación» existe en diversas investigaciones del campo de las ciencias de la comunicación y en diversos estudios de opinión pública; porque es un fenómeno de distorsión informativa que ha perjudicado notablemente a la credibilidad periodística y porque además se trata de un comportamiento de extrema gravedad que sin embargo ha sido aceptado en muchos medios de comunicación con absoluta naturalidad como si fuere circunstancial al propio ejercicio de la actividad periodística.

 

Contenido engañoso: Este tipo de contenido se presenta cuando hay un uso engañoso de la información para enmarcar problemas o personas de cierta manera al recortar fotos o elegir citas o estadísticas de forma selectiva. Esto se llama Teoría del encuadre. Se han expuesto algunos ejemplos en Rappler.com (Punongbayan, 2017).

Debido a la llegada del internet muchas personas leen el periódico online, por lo que las publicaciones tradicionales impresas han perdido ingresos de todos aquellos que pagaban información o publicidad, así que buscan como alternativa financiamiento por otras vías como el “click” de titulares llamativos.

Las noticias se diseñan para que el consumidor “caiga en la tentación” de dar clic en el enlace. La necesidad de ingresos origina que estos titulares engañosos se encubran con noticias que los nuevos medios emplean para conseguir más visitas.

Conexión falsa: Cuando los titulares, las imágenes o los subtítulos no son compatibles con el contenido. El ejemplo más común de este tipo de contenido son los titulares de clickbait. Con la creciente competencia por la atención de la audiencia, los editores tienen que escribir cada vez más titulares para atraer clics, incluso si las personas cuando leen el artículo sienten que han sido engañadas.

 

“Las noticias falsas afectan significativamente la democracia, deteriora la credibilidad de los medios de información tradicionales, obstaculizan el derecho de las personas de indagar y captar información de toda índole, y pueden polarizar y generar hostilidad y rencor en contra de ciertos grupos sensibles de la sociedad” (ONU, 2017). Se destaca la trascendencia de tomar iniciativas a nivel global para lograr identificar noticias falsas y generar conciencia sobre la importancia de estas cuestiones.

 

Combatir las “noticias falsas” es más difícil de lo que se piensa. La proliferación y simplificación de las herramientas web han hecho que la creación de contenido de “noticias” en línea sea más fácil que nunca. Además, “algunos podrían decir que el clima cultural y político actual puede dificultar que los lectores reconozcan sus respuestas emocionales a lo que ven” (Educational, 2018).

 

“Existen algunos principios generales que permitirán a las personas ansiosas de información sentirse más seguro de lo que está viendo en línea. a) Leer ampliamente: para obtener una comprensión completa de un problema, es importante leer la información desde muchos puntos de vista, incluidas las noticias de fuentes con las que no está de acuerdo.; b) Seguir las noticias y los problemas de hoy durante un período prolongado puede brindarle una perspectiva a largo plazo de lo que está sucediendo; c) leer con ojo crítico, pero es importante leer de una amplia variedad de fuentes para revelar perspectivas alternativas sobre las noticias que quizás no haya considerado; sentirse más cómodo con la ambigüedad: puede leer noticias que desafíen su comprensión de un problema o cuestionen su idea previa de cómo abordar un problema” (Educational, 2018).

Cuando se hace clic en: Lima autos 2022 no vendidos ahora casi regalados: ver precios; te lleva a otro artículo que no tiene nada que ver con la noticia. El objetivo de este tipo de anuncios es de lograr visitas a su página web para lograr mayores visitas y por consiguiente ganancias por los avisos que muestran.

 

Sátira o parodia: Según la Real Academia Española de la lengua, la sátira puede definirse como: “discurso o dicho agudo, picante y mordaz, dirigido a censurar o a ridiculizar”; la parodia es una “Imitación burlesca de la realidad” y la ironía es definida como una “Burla fina y disimulada”.

Sin embargo, en un mundo donde las personas reciben cada vez más información a través de sus redes sociales, ha habido confusión cuando no se entiende que un sitio es satírico. “Un ejemplo es de The Khabaristan Times, una columna satírica y un sitio que formaba parte del sitio de noticias Pakistan Today”. (Today, 2018) en enero de 2017, el sitio fue bloqueado en Pakistán y, por lo tanto, dejó de publicarse. También fue conocida mundialmente la revista Charlie Hebdo una revista de sátira política francesa que en el año 2015 sufrió un atentado «como venganza por el honor» del profeta Mahoma, fundador del islam; lo que ocasiono una conmoción mundial. En nuestro país hemos tenido también sátira política a raves de revistas como la revista monos y monadas cuyo directos es Leónidas Nicolás Ramón Yerovi Díaz.

“Las noticias en forma de sátira son reales, pero manipuladas con la intención de que el contenido sea humorístico” (Rendón & Salas, 2019). Por otro lado, “la parodia tiene un contenido basado en información ficticia y su fin es el entretenimiento” (Salas, 2019).

Contenido impostor: “Se da este problema cuando los periodistas usan sus firmas junto con artículos que no escribieron, o los logotipos de las organizaciones que se usan en videos o imágenes que no crearon” (Educational, 2018).

Se da cuando en una noticia hay suplantación de fuentes, es decir, quien habla no es realmente esa persona o esa organización. Se utilizan webs falsas con logos similares a los del organismo real.

Contexto falso: “Una de las razones por las que el término “noticias falsas” es tan poco útil es porque a menudo se ve que el contenido genuino vuelve a circular fuera de su contexto original” (Educational, 2018). A veces, la ambigüedad fomenta un sentimiento de vulnerabilidad cuando en realidad significa que estamos a punto de aprender algo nuevo. Las personas suelen acudir a algún tipo de buscador y muchas veces según lo refieren las investigaciones no encuentran una respuesta definitiva a las preguntas que se han formulado. Probablemente no sea realista llegar a la conclusión de que hay una respuesta definitiva para cada pregunta. La realidad es siempre muy amplia y diversa de donde resulta importante lo que se denomina el sentido común. Es decir, un juicio serio y ético; eso queda en el terreno de las audiencias de las personas que hacen uso de determinada información. Se recomienda que las noticias se lean con un sentido crítico y que las personas acudan a tener algún tipo de seguro de validez de lo que se está leyendo y se trate de cruzar la información.

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