Fuente: MARISA DEL BOSQUE
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La ola de calor está en su punto máximo, con temperaturas que alcanzan los 44 grados en buena parte del país y riesgo por calor extremo en muchas localidades. Una situación ardiente a la que no se ve el fin: aunque los días más duros serán este mismo jueves y el viernes, “existe una gran incertidumbre en cuanto a su finalización, que estará marcada por la evolución de la DANA atlántica que la ha provocado”, asegura la AEMET. De momento, parece que durante el fin de semana podría producirse un ligero descenso térmico en algunas zonas del centro y sur peninsular, pero apenas será perceptible, explican.
Ante este panorama, lo poco que podemos hacer pasa por mantener una correcta hidratación que nos ayude a controlar nuestra temperatura corporal. Y no se trata solo de beber agua -aunque no se tenga sed, advierten los expertos: como referencia para los adultos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda beber entre 2 y 2,5 litros al día-, también de mantener una dieta saludable a base de alimentos con ‘efecto frío’ que nos ayuden a sentirnos más frescos y ligeros, evitando las digestiones difíciles, la sensación de pesadez y la retención de líquidos que favorece el calor.
¿Cómo combatir la ola de calor?
Durante una ola de calor “es importante tomar agua y bebidas claras –zumos de fruta sin pulpa, caldos desgrasados, infusiones, etc.-, para reponer tanto las pérdidas de líquidos como para hacer más fluidas las secreciones respiratorias, que se vuelven más densas cuando existen signos de deshidratación y aumentan el riesgo de neumonía”, explica Aquilino García, vocal nacional deAlimentación del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, en referencia a las distintas variantes de Covid que siguen presentes. Y ¿cómo reconocer que comenzamos a deshidratarnos? Las señales principales son “el aumento de la sed; la fiebre; una reducción en el volumen de orina, que se torna de un color oscuro; boca seca; aumento en el ritmo cardíaco, cansancio y confusión”, explica Felipe Mozo Alonso, vocal provincial del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Cádiz.
Así, la clave para superar la ola de calor “es mantenerse bien hidratado”, asegura también Victoria Lozada, nutricionista y colaboradora de la app de bienestar Ekilu. Para ello, además de tomar líquidos frecuentemente aunque no se tenga sed, “debe beberse entre las comidas y no durante ellas, y son mejores los zumos de fruta que los refrescos”, apunta Loreto Pérez Pérez, vocal provincial de Alimentación Colegio Oficial de Farmacéuticos de Guadalajara. “Si se tienen los labios y la boca seca es muy útil chupar cubitos de hielo y aplicarse crema de labios hidratante. Y hay que evitar las bebidas alcohólicas, sobre todo entre comidas: aunque pueda parecer que hidratan, no lo hacen, más bien al contrario”, añade Loreto Pérez. Y cuando cuesta beber todo lo necesario, al menos de cuatro a seis vasos de agua a diario, “se puede tomar agua con gas, aguas saborizadas, polos de frutas, infusiones, sopas frías y frutas y vegetales con alto contenido de agua (como piña, cerezas, fresas, mandarinas, melón, sandía, pepino, lechuga, tomate…)”, dice Lozada.
Además, junto a estas recomendaciones básicas, tenemos que cuidar especialmente nuestra dieta. “La alimentación debe ser ligera en la medida de lo posible”, añaden desde la OCU, “hay que evitar las comilonas y priorizar la fruta y las sopas frías, como el gazpacho”. En este sentido, hay algunos alimentos ‘amigos’, que ayudan a nuestro organismo a hacer frente a las asfixiantes temperaturas.
Qué comer con ola de calor
Los nutricionistas de Ekilu recomiendan incluir en nuestros menús una serie de alimentos clave que además de proteger nuestra salud nos ayudarán a bajar nuestra temperatura corporal y a sentirnos menos pesados durante estos días con los termómetros al rojo. Solos o formando parte de ensaladas o sopas frías, estas frutas y verduras son las mejores para plantar cara a la ola de calor.
- Pepino (97% agua). Fresco y dulce, es un buen ingrediente para ensaladas, gazpachos y cremas de verano. También es un buen aliado contra el calor debido a su alto contenido en aminoácidos, vitamina C, agua, calcio, fósforo, hierro y fibra, que ayuda a mejorar el tránsito intestinal y a eliminar toxinas.
- Lechuga (95% agua). Además de ser la base de las ensaladas más frescas, esta hortaliza ayuda a regular el calor corporal manteniendo una correcta hidratación aunque bebamos poca agua. Además, ayuda a regular el tránsito intestinal y tiene propiedades diuréticas, lo que ayuda a eliminar la retención de líquidos.
- Tomate (93% agua). Ricos en licopeno y vitaminas A y C, ayudan a controlar el calor porque estimulan la producción de sudor y mitigan la sed, por eso el gazpacho es la receta estrella del verano y una de las mejores sopas frías por su valor nutricional.
- Sandía (92% agua). Es una de las frutas que más agua contienen y, además, resulta muy poco calórica: 100 gramos aportan apenas 20 calorías. Por eso es imprescindible tanto en los planes para controlar el peso como cuando toca mantener a raya la temperatura. Y además de postre, también puede ser la base de primeros platos, por ejemplo en forma de original gazpacho.
- Fresas (91% agua). Extremadamente ricas en vitamina C y ácidos fenólicos, son una importante fuente de antocianinas, unos flavonoides con efecto antiinflamatorio que ayudan a disminuir la presión arterial y facilitan la vasodilatación. Esto ayuda al cuerpo a mejorar la circulación, bajar la temperatura y mantenerse más fresco.
- Melón (90% agua). Junto con la sandía y las fresas, es la fruta más fresca del verano. Además, aporta muy pocas calorías y puede tomarse como un primer plato, en forma de sopa fría o combinándolo con otros alimentos: jamón, salmón marinado, anchoas marinadas…
Alimentos con efecto frío
Además de los anteriores, existen otros alimentos que ejercen en nuestro cuerpo un efecto frío. Son, según explica Matthias Hespe, formador, conferenciante y chef de la escuela de cocina EspaiCuinarSa de Girona, las frutas en general, aunque también otra serie de productos que a priori no asociaríamos como refrescantes. Es el caso de algunas especies y de las infusiones, mucho más refrescantes que una cerveza bien fría, apunta el experto. “Las bebidas calientes ayudan a disminuir mejor la temperatura corporal que las de frías, porque el cuerpo ahorra energía y protege la circulación. El organismo tiene que gastar energía para calentar la comida y la bebida fría a nuestra temperatura corporal, 36º. Por eso, un refresco frío o una cerveza da una sensación refrescante, pero solo de forma temporal. Al cabo de un rato empiezas a sudar, porque la digestión necesita un alto consumo energético, para calentarlos”, asegura Hespe. Además, esta es la lista que elabora de alimentos con efecto frío.
- Frutas tropicales (plátano, cítricos, kiwi, piña, aguacate, mango).
- Espárragos, apio, espinacas, calabacines, alcachofas y achicoria.
- Alimentos crudos.
- Zumos de fruta.
- Tofu blanco.
- Agua de coco.
- Productos lácteos fermentados (yogurt y bebidas de yogurt).
- Cúrcuma, menta, salvia y pimentón.
- Té verde.
Qué alimentos evitar durante la ola de calor
Por otro lado, igual que existen alimentos que generan frío los hay que ayudan a subir la temperatura, advierte Matthias Hespe. “Según la medicina tradicional china algunas verduras y frutas tienen efecto calor“, apunta. Son las que hay que evitar durante estos días y básicamente se trata de la cebolla, la col y la lombarda, el puerro, el hinojo, el melocotón, las cereza y los albaricoques. Además, estos son los otros alimentos que recomienda eliminar de la cesta de la compra durante la ola de calor.
- La carne en general, en mayor grado la de vaca y menor la de cerdo y sus derivados (salchichas y embutidos).
- Pescado azul y ahumado.
- Queso maduro.
- Ajo, curri, jengibre y chile picante.
- Canela.
- Café, cacao y té con especias.
- Leche de cabra y oveja.
- Avena.