Según (Carlón, 2009) el servicio público es un concepto que se ha desarrollado en el marco del Derecho Administrativo y que, esencialmente, podríamos entenderlo como aquel servicio que cubre necesidades públicas o de un interés que importa al Estado como prestador o garantizador de la prestación de servicios esenciales.
En aquellos países que fueron influenciados por la concepción Francesa del Servicio Público, y tal como manifiesta (Atehortúa, 2006), es una de las funciones del estado garantizar los servicios públicos esenciales, como lo son el suministro de agua potable, la energía, comunicaciones, el servicio de transporte, entre otros. Sin embargo, la obligación no solo se extiende a la exclusiva prestación, de los mismos, por parte del Estado, sino también a garantizar que ellos sean prestados.
Para algunos autores, los servicios públicos pueden ser propios o impropios. Sin embargo, (Cassagne, 2010) señala que los servicios públicos propios son aquellos que cuentan con una declaración legislativa de que una actividad configura como un servicio público; mientras los servicios públicos impropios, son aquellos que lo son sin tener dicho reconocimiento más sí las características de aquellos.
Según (Lazarte, 2005) , los servicios públicos propios son aquellos en los que el Estado ha decidido ejecutarlos directamente o a través de concesionarios. En el caso de los servicios públicos impropios, dicho autor sostiene que aquellos son los prestados por empresas privadas que para tal efecto solo requieren seguir determinadas normas o disposiciones reglamentarias.
(Danos, 2010) Señala que en el Perú no existe una Ley que regule con carácter general el régimen de los servicios públicos que permita establecer reglas comunes para todas las actividades que reciben la calificación de tal. Lo que existen son diversas normas que sectorialmente regulan las actividades que le son inherentes. Esta afirmación concuerda con lo argumentado por el Tribunal Constitucional en la Sentencia dictada en el expediente N° 034-2004-AI.
En cuanto al servicio de transporte urbano, (Mendoza, 2009) sostiene que, el hecho que esta actividad se preste en un régimen de libre competencia – acorde a nuestro régimen constitucional económico y al Decreto Legislativo No. 651 – es innegable que se requiere de una regulación adicional; y que, si bien desde la Municipalidad Metropolitana de Lima, se ha previsto un sistema de corredores 19 segregados al interior de los cuales se presta el servicio de transporte de pasajeros, regulándolo como público; y, aun cuando la citada entidad ha normado sobre la declaración de vías saturadas convirtiendo el servicio como público, ello no es suficiente para establecer aquel servicio como público, porque no se desarrollan todos los aspectos que deben tomarse en cuenta para tal calificación.
Asimismo, (Bielich Salazar, 2009) afirma que el sistema de transporte público es en la mayoría de los países un servicio que refleja la organización y dinamismo de cada una de las ciudades y que con los años se ha convertido en parte vital de ellas y de su sociedad.
(Dromi, 2005), define que el servicio es una organización de medios para una actividad o función estatal, y el término “público” indica la condición de las personas públicas, del fin del servicio público, sometido al derecho público como régimen jurídico y de los destinatarios o usuarios que son parte del público; es decir que se trata de una actividad que se encarga de la prestación de servicios al público, bajo un régimen jurídico impuesto por el estado, con la finalidad de favorecer a los ciudadanos que son los usuarios de la actividad en mención.
De manera que el servicio público cubre una de las tantas necesidades de la sociedad y que en ocasiones el Estado opta por delegar esa prerrogativa a los privados, sin desligarse de su función de supervisión y fiscalización (Dromi, 2005). Esa delegación de prerrogativas se expresa mediante concesiones, autorizaciones, licencias u otras formas legales previstas en las legislaciones de cada país; es por ello que Dromi indica lo componentes propios de los servicios público son:
Continuidad: Este componente tiene que cubrir una necesidad solicitada por la sociedad y que debe efectuarse de manera oportuna y en forma ininterrumpida para cumplir con el objetivo de que los usuarios del servicio público no se vean recortados en su derecho como tales.
Regularidad: Este componente requiere ser cubierto bajo ciertos parámetros, ya sean de calidad, cantidad u otros; además estas normas prestablecidas deben ser conocidas con anticipación para quienes presten el servicio puedan cumplirlos de manera correcta.
Generalidad: Este componente significa que el servicio público brindado debe ser la satisfacción de la totalidad de la población; ya que debe priorizar la generalidad o la necesidad colectiva con la finalidad de cubrir las demandas e intereses comunitarios.
Uniformidad: Este componente implica que la prestación del servicio público deberá ser brindado a la totalidad de usuarios que así lo requieran; convirtiéndose en un derecho de recibir todos ellos las mismas condiciones sin discriminación, privilegios ni excepciones.
Obligatoriedad: Este componente consiste en el que el usuario debe tener a su disposición el servicio público para cuando éste lo requiera usar.
Calidad y eficiencia: Este componente consiste en el que el servicio público es utilizado por todos los usuarios para elevar su calidad de vida y la eficiencia de los recursos existentes.
Subsidiaridad: Este componente significa que la prestadora del servicio, en caso de ser de privada, llevará a cabo el mismo cubriendo la necesidad y reconociendo que el Estado es el titular del mismo, actuando en forma complementaria y subsidiario, asumiendo la gestión.
Moverse en la capital es un caos y más si lo quieres hacer en hora punta, unos de los grandes problemas en la ciudad de Lima es el transporte público ya que resulta caótico y muy desordenado; está situación se vive desde muchos años es por ello que tanto el Gobierno Central y el Gobierno Local trabajan para combatir esto como son la creación de trenes, corredores y metropolitanos.
(Gestión, 2019) menciona que de acuerdo con el informe elaborado por la compañía holandesa Tom Tom, Lima con un 57% ocupa el tercer lugar como la peor ciudad del mundo en congestión vehicular, mientras que en el segundo lugar está Bogotá con un 63% y Mumbai con 65%, quien ocupa el primer puesto.
Sistema BRT
El sistema BRT es una forma flexible de tránsito rápido misma que engloba estaciones, vehículos, servicios, vías segregadas y un inteligente sistema de transporte; asimismo dicho sistema cuenta con gran flexibilidad operacional de capital operatividad potencialmente menor respecto a otros sistemas; así informa (Transit Cooperative Research Program., 2003)
Aterrizando al caso peruano, el (Metropolitano de Lima, 2020) es un bus de transporte público que fue puesto en marcha en el año 2010 como alternativa al transporte tradicional y caótico que existe en la ciudad, el sistema del metropolitano está compuesto por Buses de Transporte Rápido – BRT de alta capacidad, corredores exclusivos y estaciones; también armoniza rutas, tipo de servicio, frecuencia de viajes y programación horaria; asimismo actualmente transporta en su ruta troncal alrededor de 400 mil usuarios al año y se desplaza a lo largo de 17 distritos, conectando la zona sur y norte de la Lima.
A diez años de su inauguración, los resultados no han sido del todo favorables debido a la aglomeración de usuarios producto de la alta demanda que se sitúa principalmente en estaciones periféricas durante hora punta que se ubican principalmente en la Zona Norte de Lima, originando que los usuarios tomen varios minutos de espera para tomar un bus, originándose largas colas, trifulcas y disconformidad entre los pasajeros.
Caso internacional
Panamá
(Cervero, 2013) dio a conocer que en Panamá se inauguró en 1972 el sistema BRT, la gestión del transporte de Curitiba se le ha concedido como la pionera en el manejo del sistema, pues tuvo un buen manejo y ejecución del sistema BRT durante los años; asimismo manifiesta que el sistema es un servicio de alta calidad con un rendimiento similar de un metro, pero a una fracción del costo.
De la misma forma, (Lindau, Hidalgo, & Facchini, 2010) nos comentan que el servicio se enmarcó en tres periodos importantes en la historia de la Curitiba moderna que influyeron en el éxito del BRT: el primer periodo se desarrolló entre 1943 y 1970, donde se fijaron los principios de planificación y se forjó una visión de ciudad; el segundo periodo fue entre los años 1972 y 1988, época donde se ejecutó el plan que llevó a la consolidación de un sistema de transporte de autobuses integrada a escala de la ciudad, denominada Red Integrada de Transporte (RIT); y finalmente el último periodo que se mantiene desde 1988 hasta la actualidad, llevándose a cabo la expansión metropolitana y mejoras en el sistema de transporte de bus integrado y dentro de estas tres etapas, se resalta el hecho de que el gobierno implementara la planificación territorial con los corredores BRT, proyectara los corredores en zonas urbanas ya consolidadas que se encuentren en el rango de medio y alta densidad y que se haya realizado una vía denominada “Línea Verde” el cual es una antigua vía federal convertida en corredor BRT que tiene una extensión de 18 kilómetros.
Sistema LRT
El light Rail Train o también llamado el tren ligero es un sistema que se caracteriza por su capacidad para operar mediante vagones independientes o agrupados que se desplazan a los largo de una vía exclusiva a nivel de suelo, estructuras aéreas, en el metro o en las calles; asimismo tiene la capacidad de embarcar y desembarcar pasajeros en vías de estación y normalmente está alimentado por medio de cables eléctricos aéreos; así lo informo (Transportation Research Board – TRB, 2000).
Aterrizando caso peruano, la (Línea 1 Metro de Lima, 2019) es la primera línea del metro de Lima y Callao que fue puesto en marcha en el año 2011 como alternativa al transporte tradicional y caótico que existe en la ciudad, el sistema del tren eléctrico está compuesto por el Light Rail Train – LRT; asimismo actualmente transporta en su ruta alrededor de 170 mil usuarios al año, cuenta con 44 trenes al servicio y se desplaza desde la estación Bayóvar que queda en el distrito de San Juan de Lurigancho hasta la estación Villa es Salvador.