El punto de equilibrio operacional se logra cuando los ingresos operacionales son iguales a los egresos operacionales, los cuales se componen tanto de los costos de la mercancía vendida como de los costos de la prestación de los servicios y de los gastos de administración, distribución y ventas de la compañía.
El punto de equilibrio operacional en unidades se obtiene al dividir toda la estructura fija (costos fijos de producción o prestación de servicios y gastos fijos de operación) con la diferencia entre el precio de venta unitario y la suma de los costos variables y gastos variables unitarios. Es importante recordar que esta diferencia se denomina margen de contribución unitario, que significa cuántos pesos se obtienen por unidad vendida para el cubrimiento de los costos y gastos fijos. Se puede apreciar entonces que una adecuada gestión logística puede impactar de manera positiva en la magnitud de los componentes fijos y variables de la organización, con lo cual se obtiene una disminución en el número de unidades requeridas para la venta con el fin de alcanzar el punto de equilibrio operacional.
El punto de equilibrio neto se obtiene al incorporarle al numerador los gastos financieros incurridos. Así las expresiones del punto de equilibrio son:
Punto de equilibrio operacional en unidades = (costos fijos + gastos fijos) / (margen contribución unitario).
Punto de equilibrio neto en unidades = (costos fijos + gastos fijos + gastos financieros) / (margen contribución unitario).
Para tomar decisiones logísticas tales como definir el número de plantas productoras y de puntos de almacenamiento de la red logística, seleccionar medios y modos de transporte, determinar el tamaño de la flota requerida, introducir un producto o un servicio al mercado,
entre otras, una comparación entre el punto de equilibrio operativo y neto con la capacidad del sistema logístico es importante para establecer su factibilidad operativa, pues en la medida en que el punto de equilibrio operativo y neto sean cifras inferiores a la capacidad, la empresa tendrá posibilidad de crecer en sus utilidades operativas y netas conforme se vendan más unidades.
El margen de seguridad se calcula a partir de la diferencia entre los volúmenes de ventas y las unidades vendidas en el punto de equilibrio operacional dividida por los volúmenes de ventas, así:
Margen de seguridad = (ventas – punto de equilibrio operacional) / ventas * 100%
Como afirma Uribe Marín (2011, pág. 164), “el margen de seguridad permite calcular cuánto es el máximo porcentaje que pueden caer las ventas para mantenerse mínimo en el punto de equilibrio”. Así, es una medida de nivel de riesgo de la cadena logística ante una caída importante en los niveles de ventas. De la división entre 1 y el margen de seguridad se obtiene el grado de apalancamiento operativo, que indica el número de veces que aumenta o disminuye la utilidad operativa como consecuencia de un aumento o una disminución de los volúmenes de venta.