Plantear el problema de investigación bajo el enfoque o ruta cuantitativa

En términos generales, plantear el problema significa afinar, precisar y estructurar la idea de inves­tigación, lo cual involucra mayor formalización y delimitación en el caso del enfoque cuantitativo.

A fin de dar el paso de la idea al planteamiento del problema es necesario profundizar en el tema revisando fuentes especializadas (libros, artículos científicos, páginas web con contenido aca­démico debidamente respaldado, tesis y otras fuentes acreditadas).

Después de ahondar en el tema, acotar la idea, analizar el fenómeno y sus características y de acuerdo a nuestro interés e intenciones (explorar, describir, relacionar variables, establecer causas, comparar manifestaciones del fenómeno, etc.), así como disponibilidad de recursos, tiempo y posi­bilidades; nos encontramos en condiciones de determinar la ruta más conveniente a seguir: cuantitativa, cualitativa o mixta.

Los planteamientos cuantitativos del problema pueden dirigirse a varios pro­pósitos y siempre existe la intención de estimar magnitudes o cantidades y gene­ralmente de probar hipótesis y teoría. De acuerdo con Hernández-Sampieri (2017), Creswell (2017 y 2013a), Nalzaro (2012), Lester y Lester (2012) tales planteamien­tos pueden pretender los siguientes fines:

  1. Explorar fenómenos, eventos, poblaciones, hechos o variables; cuantificando su existencia, nivel o presencia. Por ejemplo, indagar sobre un nuevo virus, sus características e incidencia; o bien, identificar patrones de uso de las redes sociales en internet por parte de la Generación Z (después de los millennials).
  2. Describir a dichos fenómenos, eventos, poblaciones, hechos o variables (cuando ya han sido explorados); como analizar las tendencias de votación en una elección o plebiscito en cierto mo­mento, por ejemplo, el de los acuerdos de paz de Colombia de 2016 (cuántos a favor y en contra).
  3. Establecer precedentes. Determinar si se han presentado fenómenos, problemas de investiga­ción o situaciones similares. Por ejemplo, en una controversia legal comercial entre dos nacio­nes (China y un país latinoamericano), debe realizarse una investigación para indagar si existen o no precedentes jurídicos y qué decisiones se han tomado. Los precedentes son convenciones, costumbres o actos completamente establecidos. En el ámbito legal representan un conjunto de normas instituidas por casos previos (Lester y Lester, 2012). En estudios médicos es común que se verifique qué otros casos (precedentes) se han presentado similares al que se analiza, cómo han sido tratados y qué resultados se han obtenido (desde un diagnóstico clínico hasta un brote epidémico). Lo mismo pasa en el análisis de catástrofes naturales y no naturales (te­rremoto, gran explosión, actos de terrorismo, etcétera).
  4. Comparar diferentes grupos, categorías, clases o tipos de fenómenos en cuanto a alguna pro­piedad o variable. Por ejemplo, un estudio de 2015 con 11 841 personas demostró que la vacu­na para prevenir el Ébola era 100% eficaz (News Medical Life Sciences, 2017; Science Media Centre, 2015), contrastando a un grupo al cual se le administró la vacuna (5 837 personas) con otro que no la recibió (la población restante).
  5. Relacionar fenómenos, eventos, hechos o variables. Por ejemplo, un estudio que analice la re­lación entre el consumo de carne roja y la severidad de un ataque de gota (enfermedad crónica que afecta articulaciones y es dolorosa) en pacientes que la padecen; o bien, una investigación que establezca el vínculo entre la motivación y la productividad de ciertos trabajadores.
  6. Determinar las causas o efectos de un fenómeno, evento o problema de investigación; o esta­blecer vínculos causales entre variables.

Un problema correctamente plan­teado está parcialmente resuelto; a mayor exactitud corresponden más posibilidades de obtener una solución satisfactoria.